Agricultura asesora a los ganaderos sobre la normativa europea de protección de cerdos
La legislación entra en vigor el 1 de enero de 2013
La Conselleria de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua está asesorando, a través de diversas reuniones, a los ganaderos de la Comunitat sobre la normativa de protección de cerdos y bienestar animal que está previsto que entre en vigor el próximo 1 de enero de 2013.
El objetivo de estas acciones, que se enmarcan dentro de la denominada ‘Hoja de ruta del sector porcino’ puesta en marcha por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) para impulsar la adaptación necesaria de las granjas, es resolver las dudas que los productores, asociaciones de ADS, veterinarios y técnicos del sector puedan tener respecto a esta nueva normativa.
En este sentido, los técnicos de la Generalitat exponen los requisitos de la norma, la entrada en vigor, el modo de recogida de información e inspección para constatar la adaptación por parte de la Conselleria, y demostraciones visuales de los conceptos que a nivel técnico exige la nueva legislación para facilitar su interpretación.
En concreto, se ha celebrado ya encuentros en Traiguera, Vall d’Alba, Moncada y Orihuela, con la asistencia de alrededor de 260 productores de porcino. Además, está previsto realizar próximamente otra reunión en Morella.
Cabe destacar que la aplicación de esta nueva normativa europea por parte del sector porcino valenciano y español, segundo productor de la Unión Europea, es importante para mantener su competitividad y la imagen de calidad y seguridad alimentaria, garantizando así el acceso a los mercados europeos, principales destinatarios de las exportaciones españolas.
Nuevas condiciones de las explotaciones porcinas
Las nuevas condiciones a los ganaderos recogen la exigencia de mantener a las cerdas reproductoras y futuras reproductoras en grupo dentro de las cuatro semanas siguientes a la cubrición y los siete días anteriores a la fecha prevista del parto. Estos requisitos no se aplicarán en aquellas explotaciones que cuenten con menos de diez cerdas, siempre que tengan facilidad de movimientos en el recinto en el que se encuentren.
Esta obligación es la que genera un mayor esfuerzo a nivel inversor para adaptar las explotaciones a las dimensiones mínimas que se establecen para el recinto donde se ubiquen los animales.
Asimismo, entre las exigencias estructurales que deberán cumplir las explotaciones porcinas se hace referencia al revestimiento del suelo y las características del emparrillado de hormigón, entre otras.
