Crítica a "Ira de Titanes (Furia de Titanes 2) (2012)"

DIRECCIÓN / PAÍS /AÑO:

Jonathan Liebesman / Estados Unidos (2012)

REPARTO:

Sam Worthington, Liam Neeson, Ralph Fiennes, Bill Nighy, Rosamund Pike, Danny Huston, Toby Kebbell, Édgar Ramírez, John Bell

SINOPSIS:

La historia de “Ira de titanes 3D” se desarrolla diez años después de los sucesos que vimos en “Furia de titanes”, encontrándonos con un Perseo (Sam Worthington) que quiere vivir de forma tranquila con su hijo Helio. Sin embargo, los dioses, debilitados por la falta de fe de la humanidad, pierden el control de los titanes, cuyo líder no es otro que Kronos, el padre de Zeus (Liam Neeson), Hades (Ralph Fiennes) y Poseidón (Danny Huston). Hades y Ares (Edgar Ramírez) llegan a un acuerdo con Kronos para capturar a Zeus, de ahí que Perseo decida rescatarlo. Para ello contará con la ayuda de Andrómeda (Rosamund Pike), Agénor (Toby Kebbell) y Hefesto (Bill Nighy).

CRÍTICA:

Los que no vieron la primera pueden tranquilamente ir a ver esta. Perseo (Sam Worthington, al que parece que le hayan puesto un doblaje distinto) fue en el que la primera película se cargó al Kraken y ahora lo adoran por ello aunque él solo quiere pescar pacíficamente con su hijo. Esto lo enseñan por si acaso en una especie de "previamente en Titanes, hostias como panes" para ponernos en situación aunque no es del todo necesario.

En esta ocasión su padre (Zeus, interpretado de nuevo por Liam Neeson) es capturado por su hermano Hades (Ralph Fiennes) que no sabe si es bueno o si es malo y va según le pegue el aire, su hijo Ares (Édgar Ramírez), que tiene la típica pataleta de "a mi hermano lo quieres más que a mi", en un plan para darle su energía al jefe del clan, Cronos y así resucitarlo.

Como ya pasara en la primera, aunque ganas de dejar de pescar no tiene, le toca coger la espada y salvar al mundo. No tarda ni cinco minutos en ir al grano, lo que se agradece y te evitan diálogos estúpidos de relleno o moralejas reiteradas en plan profundo que dan vergüenza ajena.

La película ofrece 90 minutos entretenidos que pasan volando y es su mayor virtud y lo que le acabe dando el aprobado seguramente. A su vez resaltar lo cuidado del diseño d las criaturas que aparecen y la calidad de los efectos especiales.

No cae en la vergüenza ajena de sus diálogos o de su guión como digo, basicamente porque tiene bien poco en ambos sentidos. Al menos evita los momentos "porque si, porque soy un semidios o es cosa de un mago" que nos colaban a diestro y siniestro en la primera.

Lo peor es por un lado el personaje de Toby Kebbell, el típico compañero de aventuras que va de graciosete y no lo es y tiene un par de frases para enmarcar, pero para mandarlas al inframundo y no oirlas nunca más.

Por otro lado en las cosas más negativas tenemos el final, que tenían fácil para dejarlo álgido y con buen regusto y en menos de cinco minutos saca a pasear todos los clichés que hasta ahora había tenido el acierto de evitar, con el graciosete en pleno apogeo y momentos amatorios metidos con calzador aunque eres consciente que va a pasar desde el principio pero confias en que no lo hagan porque no ha habido nada en toda la película que lo justifique.

En resumen: buenos efectos especiales, alguna escena espectacular y una película para un rato entretenido sin pretensiones que disfrutarán los amantes de lo palomitero.

Nota: 4'8