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Crítica a "Intocable (Intouchables) (2011)"

Crítica a "Intocable (Intouchables) (2011)"
  • Risas en silla de ruedas

Siempre que ves una película que te toca de cerca puede que te llegue más o que la mires con la lupa que otorga el conocimiento de causa y le pases menos los fallos o un poco de ambas cosas.

La que nos ocupa nos narra la historia de un tetrapléjico rico que contrata a un hombre negro de los suburbios (aunque en la historia real era árabe) que solo va a la entrevista de trabajo para que le firmen una carta presencial para sumando unas cuantas de ellas le den una paga y poder subsistir con ella, tras haber pasado 6 meses en la cárcel.

A Philippe (François Cluzet, que es el doble francés de Dustin Hoffman), le cautiva la espontaniedad de Driss (Omar Sy), su ignorancia y su franqueza, que no se compadece de él e incluso hace bromas sobre su estado, algo refrescante si estás rodeado de gente que te trata como un enfermo y no una persona sin más, aunque sea de forma totalmente bienintencionada.

Entre ambos va surgiendo una gran amistad con una química entre ambos que traspasa la pantalla al igual que sus risas contagiosas y nos ofrecen momentos muy divertidos, alguno de los cuales puede llevar a la carcajada, sobretodo algunos puntazos del cuidador.

Toca temas dramáticos (aparte de la situación de por si) como los cuidados más íntimos o el abrirse a encontrar el amor aunque uno piense que en sus circunstancias es imposible aunque todo ello desde un enfoque de positividad y de intentar siempre ser feliz.

Parece que a mucha gente le ha cautivado e incluso a algunos sorprendido, que un discapacitado logre ser feliz y muchos parecen salir del cine con esa sensación que dejan este tipo de películas de apreciar lo que uno tiene porque siempre hay gente peor, aunque se olvide al poco rato y cada uno siga como es lógico, con su vida.

Pese a que no es ningún descubrimiento que los discapacitados puedan ser felices ya os digo yo que si todos fuéramos millonarios y pudiéramos coger un jet privado a donde nos diera la gana, contratar a una buenorra pelirroja de secretaria o a un negro fornido de cuidador, ayudaría mucho.

La realidad generalizada es mucho más triste y dura aunque si no lo ha hecho la película, no voy a ser yo quién caiga en dramatismos. No me parece el peliculón que venden pero si una entretenida y divertida historia llena como digo de positividad.

Nota: 6'5

P.D. Notable BSO por cierto

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