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Pañella se pregunta "para qué se aprueban las leyes si no se piensan después cumplir"

  • El diputado de Compromís dice que "si la morosidad no sólo no se ha solucionado después de aprobar la ley, sino que todavía ha empeorado, ¿como van a creer los ciudadanos que las leyes son de obligado cumplimiento?"

El diputado por Castelló de Compromís, Josep Maria Pañella, ha declarado que "la ley sobre la morosidad, que hace más de un año que entró en vigor, establecía unos plazos máximos para que las administraciones pagaran a sus proveedores. La intención era poner freno a la morosidad por parte de las entidades oficiales, que estaba ahogando a las empresas proveedoras de las administraciones. Y ahora, más de un año después de la aprobación de esa ley, constatamos que la situación no sólo no ha mejorado sino que, al contrario, ha empeorado. Hechos como estos nos hacen plantearnos a todos para que se aprueban determinadas leyes, si los mismos legisladores son conscientes de que no se cumplirán".

Pañella ha afirmado que "en teoría, la solución es sencilla: las administraciones aprueban anualmente unos presupuestos, construidos sobre las previsiones de ingresos, de modo que, cuando se autoriza una obra, una compra o un servicio determinado, se supone que está presupuestado y hay dinero para pagarlo. Por lo tanto, su pago debería ser sencillo, y llevarse a cabo en los plazos preestablecidos. Pero la realidad es mucho más complicada, los presupuestos se hinchan artificialmente, haciendo previsiones de ingresos sin la certeza de que se dispondrá de ellos, y la consecuencia es que se adjudican obras, compras y servicios para los que no se dispone de dinero real. Esto, desde el gobierno valenciano es el pan de cada día, y así vamos. Facturas sin pagar, deudas por todas partes, proveedores que no cobran, empresas que rompen los contratos con ellos por falta de pago...".

El diputado de Compromís aseguró que "sólo unos presupuestos verdaderamente ajustados a los ingresos, y la supresión de tantos obstáculos burocráticos innecesarios puede acabar con esta espiral de despropósitos, y con el caos que se genera sobre unas empresas que se encuentran ahogadas por la morosidad, que no hace sino contribuir a la lamentable situación económica en que nos encontramos. Recordemos que pequeñas empresas, que dependían para su subsistencia de los pagos, directos o por subcontratación, de las diferentes administraciones, han tenido que cerrar por esta morosidad, poniendo en la calle a los trabajadores y contribuyendo así a aumentar aún más las elevadas cifras de paro.

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