LA UNIÓ de Llauradors insta al comercio y a CCOO y UGT a desbloquear las negociaciones para no perjudicar la recolección citrícola
Mientras los sindicatos de clase se plantean convocar una huelga de “collidors”
Esta organización está en la comisión negociadora con voz pero sin voto
LA UNIÓ de Llauradors insta a los miembros de la mesa negociadora del convenio de recolección, es decir la patronal (comercio privado y cooperativas) y a los sindicatos UGT y CCOO, que tienen voto en la comisión, a que apuren todas las posibilidades de acercamiento en la negociación que está bloqueada desde el mes de febrero.
A las puertas del inicio de la campaña citrícola, el sector de cítricos valenciano se enfrenta a un nuevo problema que se suma a la crisis de precios y es que el convenio de trabajadores de la recolección de los cítricos no está definido, porque el principal escollo en la comisión de negociación es el tema de los salarios.
LA UNIÓ considera que la campaña citrícola no puede estar a expensas de un acuerdo y los “collidors” deben regirse cuanto antes por un convenio actualizado que regule sus condiciones como trabajadores de la recolección de los cítricos valencianos.
En este sentido, Miquel Oltra, vicesecretario general de LA UNIÓ y miembro de la Comisión Negociadora, recuerda que “LA UNIÓ no tiene voto en la mesa negociadora y ante las últimas informaciones sobre este asunto sólo nos queda hacer un llamamiento a la sensatez y a la cordura entre los sindicatos de clase y el comercio”.
Para Oltra, “teniendo en cuenta la actual situación de crisis de rentabilidad de los agricultores sólo cabe esperar que la Mesa Negociadora lime asperezas y se llegue a un acuerdo; de lo contrario será un jarro de agua fría para la citricultura valenciana porque sólo falta que la campaña empiece con este distanciamiento”.
Si bien es cierto que en el sector citrícola ya existe un acuerdo en lo que se refiere al convenio de manipulado, tanto el comercio como UGT y CCOO se mantienen en el caso de la recolección en posturas enfrentadas por los salarios de los trabajadores, principalmente, y por la regulación de las Empresas de Trabajo Temporal (ETT).Mientras los sindicatos de clase apuestan por una subida de los mismo, según el IPC, y argumentan que se mantienen los mismos salarios que en el último convenio en vigor desde hace siete años, la patronal se muestra cómoda con el convenio vigente por el que la mayoría de los trabajadores cobra por jornal.
Desde LA UNIÓ se reclama una regulación de las actuales ETT que funcionan como “organizaciones de esclavos” en el S. XXI, cuya labor perjudica al mercado laboral en las zonas rurales, ya que muchos profesionales de la agricultura son también “collidors” como complemento de su renta y no tienen posibilidades de acceder al trabajo temporal de “collidors” porque las ETT contratan preferentemente mano de obra extranjera.
