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LA UNIÓ estima una producción de 115.000 toneladas de arroz esta campaña

  • La campaña de la siega se iniciará a partir de mediados de septiembre

  • Los productores están preocupados por los daños de la avifauna y el encarecimiento de los fitosanitarios

LA UNIÓ de Llauradors estima que la producción prevista de arroz para esta campaña en las zonas productoras de la Comunitat Valenciana (Albufera y la Marjal de Pego-Oliva) se situará en unas 115.000 toneladas, en parecidos términos a la pasada campaña.

La campaña de la siega se prevé buena en principio si las condiciones climatológicas lo permiten, aunque viene un poco retrasada y se iniciará a mediados de septiembre. En estos momentos el cultivo está en fase de crecimiento y maduración en las 15.000 hectáreas de arroz cultivadas en la Comunitat Valenciana. La situación del cultivo es excelente y sin la presencia significativa de plagas o enfermedades, por lo que se prevé una buena producción y de óptima calidad.

Los principales problemas para los arroceros se centran en los daños causados por la avifauna en los arrozales y sobre los que la Conselleria de Medio Ambiente ha dejado inexplicablemente de conceder indemnizaciones. LA UNIÓ, junto con la Generalitat, trabaja poner en marcha durante la siega una serie de actuaciones para evitar los daños provocados por la avifauna, entre las que destaca la espantà que se trata de una medida limitada que en ningún caso supone una caza de aves.

En este sentido Enric Bellido, responsable del arroz de LA UNIÓ destaca que “hay que tener en cuenta que los intereses de los arroceros y los de los cazadores son distintos, pues en el primero de los casos se trata de una actividad productiva que además proporciona paisaje y mantiene el Parque Natural, mientras que en el caso de los cazadores se trata de una actividad exclusivamente lúdica”.

Otra de las preocupaciones de los arroceros ha sido el retraso en las autorizaciones por parte del Ministerio de Medio Rural para el empleo de los productos o sustancias fitosanitarias más empleadas por los productores (propanil y triciclazol). Además de la incerteza y retraso en su empleo se ha causado un desabastecimiento en el mercado, que ha conllevado un posterior encarecimiento del precio de los productos y por extensión de los costes de producción.

 

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