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LA UNIÓ de Llauradors cuestiona los cambios de Conselleria de Agricultura en la lucha contra la Mosca del Mediterráneo

  • Ya no reparte cargas para el trampeo masivo y las debe adquirir el agricultor

  • Esta organización es consciente de la crisis económica pero cree que “hay que ahorrar en otras cosas”

LA UNIÓ de Llauradors califica de “errónea y paso atrás” la decisión de Conselleria de Agricultura de no repartir cargas gratuitas (cebo e insecticida) para el trampeo masivo en la lucha contra la Mosca del Mediterráneo, considerada desde hace mucho tiempo como un grave problema para el campo valenciano.

En los últimos años las diversas acciones ejecutadas desde la Generalitat (trampeo masivo, suelta de machos estériles, tratamientos con quads...), junto a la sensibilización y esfuerzo de los agricultores, habían logrado que la amenaza de la mosca, aunque latente, quedara controlada.

Sin embargo este año, en las zonas donde se puedan realizar tratamientos aéreos, no se repartirán las cargas con lo que “se rompe una tendencia muy interesante como era la de evitar tratamientos a pie de campo pues el agricultor había asumido que era posible controlar una plaga sin pulverizaciones sobre el árbol”, señala LA UNIÓ.

LA UNIÓ de Llauradors indica que el producto que antes se repartía de forma gratuita ahora lo debe adquirir el agricultor en el mercado, con un coste muy elevado de unos 30 euros por hanegada que se incrementa en el caso de variedades citrícolas precoces. En la vecina comunidad de Murcia por ejemplo se financia al menos la mitad de esas cargas.

En algunas zonas de la Comunitat Valenciana como la Ribera donde la mosca puede afectar tanto a los cítricos como a la fruta de verano o el caqui o en otras con cítricos y fruta, la situación todavía es más preocupante y en un contexto de bajos precios para el productor cualquier aumento en los costes de producción es un nuevo contratiempo para el agricultor en su lucha por mantener en pie su explotación.

LA UNIÓ confía en que la Conselleria de Agricultura rectifique y dé marcha atrás porque a pesar de ser conscientes de la crisis económica global “se trata de una equivocación y aunque la profesionalidad de los agricultores va a evitar el problema, no es justo que paguen siempre los mismos y el ahorro debería venir de otros sitios”.

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