elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià

Dermatólogos de La Fe advierten del aumento de los casos de melanoma

  • Los casos diagnosticados en el Hospital han pasado de 31 en 2006 a 46 en 2010

  • La incidencia de la mortalidad también crece, aunque a un ritmo menor gracias a los diagnósticos tempranos

  • La Unidad de Dermatología ha incorporado un especialista en esta patología

Los dermatólogos del Hospital Universitari i Politècnic La Fe advierten de un “claro” aumento de casos diagnosticados de melanoma en los últimos años a consecuencia, principalmente, de una mayor exposición inadecuada al sol. La debilitación de la capa de ozono permite además la entrada en la atmósfera de más radiaciones perjudiciales que potencian sus efectos negativos.

Los casos de melanoma diagnosticados en La Fe han pasado de 31 a 46 desde 2006 a 2010, lo que supone un incremento de quince nuevos pacientes en apenas cinco años. Asimismo, el número de casos por sexo se ha igualado en este tiempo, pasando de una mayoría masculina en 2006 (17 hombres frente a 14 mujeres) al mismo porcentaje en 2010 (23 y 23). La edad media de los pacientes también ha aumentado, especialmente en el caso de los hombres, donde la patología ha pasado de detectarse a los 60 años a hacerlo a los 65. En las mujeres la edad se mantiene en torno a los 53 años.

Esta mayor incidencia, que se observa también a nivel nacional, lleva aparejado un incremento de la mortalidad, si bien ésta crece a un ritmo mucho menor gracias a los diagnósticos tempranos, que permiten una supervivencia de hasta el 90% en cinco años.
El peligro de las quemaduras

La Unidad de Dermatología de La Fe, dirigida por el doctor Conrad Pujol, ha incorporado recientemente a un especialista en melanoma, el doctor Rafael Botella, quien señala que “lo peligroso son las quemaduras solares, ya que las radiaciones alteran el ADN de las células de forma acumulativa, provocando la aparición de melanomas”. Esta capacidad de la piel para acumular las lesiones provocadas por el sol es lo que lleva a los expertos a asegurar que “la piel tiene memoria” y a insistir en la necesidad de protegerse frente a sus efectos desde pequeños.

La hasta ahora falta de alternativas en el tratamiento del melanoma está empezando a dar paso a la personalización del mismo gracias a la aparición de nuevos fármacos que actúan directamente sobre las moléculas que han provocado la lesión, ya que dependiendo de su localización y su relación con la exposición solar, los melanomas generan alteraciones moleculares diferentes. Esto implica que “la respuesta a los fármacos sea distinta según el tipo de alteración, por lo que no se pueden tratar todos los melanomas de la misma manera”, apunta el Dr. Botella.

Según estos dos factores, los melanomas se clasifican en cuatro tipos: lentigo melanoma, localizado principalmente en las zonas con daño solar crónico, como la cara; melanoma de extensión superficial, que es el más frecuente y aparece en zonas sin daño solar crónico como el tronco y las extremidades; melanoma acral, que aparece en manos y pies y es más propio en razas de piel oscura; y melanoma nodular; que se localiza en todo el cuerpo y se caracteriza por un rápido crecimiento.

Investigación clínica

El Dr. Botella, por su parte, está investigando a través de una beca del Instituto de Salud Carlos III los mecanismos inmunológicos que provocan la regresión del melanoma en algunos pacientes, así como los parámetros inmunológicos de pacientes con melanomas primarios de alto riesgo o con metástasis ganglionar extirpada para determinar la eficacia del tratamiento adyuvante.

Los avances médicos y farmacológicos, así como las investigaciones clínicas en este ámbito tienen en cualquier caso el objetivo de aumentar la supervivencia de los pacientes diagnosticados con melanoma, la cual en España se establece alrededor del 86% a los cinco años para ambos sexos, si bien las mujeres presentan mayores índices de sobrevivir a la enfermedad.

Subir