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Cuatro profesionales del sector viario valenciano reciben la Medalla de Honor de la Carretera

    Mañana, miércoles 8 de junio, el salón Agustín de Betancourt del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, en Madrid será un año más el escenario de la ceremonia de entrega de las Medallas de Honor de la Asociación Española de la Carretera (AEC). Más de 200 personas, entre galardonados, familiares, amigos y compañeros de profesión, se congregan edición tras edición en este lugar para presenciar la imposición de estas Medallas que la AEC instituyó hace ya 45 años.

    Cuatro profesionales del sector viario valenciano reciben la Medalla de Honor de la Carretera: Arturo Llorca Acebedo, Jefe del Servicio Territorial de Carreteras de la Provincia de Valencia; Manuel Martínez Ramos, Jefe de Servicio de Carreteras de la Diputación de Alicante hasta su jubilación hace sólo unos meses; Juan Antonio Piedra Alcaraz, Subjefe de Sección en en el Servicio de Tecnología, Planeamiento y Proyectos del Área de Carreteras de la Diputación de Valencia, y Rafael Solaz Peñarrocha, Jefe de Servicio de Construcción en la Consellería de Infraestructuras y Transporte de la Generalitat. 

    Arturo Llorca Acebedo
    Arturo Llorca Acebedo recoge la Medalla de Honor de la Carretera, entre otros méritos, por su labor en la dirección y coordinación del equipo redactor de la ‘Norma de Secciones de Firme de la Comunitat Valenciana’.

    Con este trabajo, realizado hace dos años, se puso de manifiesto su clara vocación medioambiental. Gracias a esta norma, se han optimizando los espesores de los firmes, con el consiguiente ahorro económico y de materiales, y se han incorporado a ellos los últimos avances tecnológicos.

    Este Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, ingresó en 1974 en la Compañía Levantina de Edificación y Obras Públicas. En la actualidad, y desde 1992 es Jefe del Servicio Territorial de Carreteras de la Provincia de Valencia.

    Gracias a su gran interés por la investigación y aplicación de nuevas técnicas, y apoyado por su conocimiento, rigor y dilatada experiencia en la construcción de firmes, es pionero en la aplicación de nuevas tecnologías y productos.

    Manuel Martínez Ramos
    Manuel Martínez Ramos, Jefe de Servicio de Carreteras de la Diputación de Alicante hasta su jubilación hace sólo unos meses, ha desempeñado su labor de ingeniero en áreas de planificación, proyectos y dirección de obra, así como en trabajos de gestión y dirección en el departamento de Vías y Obras de esta Diputación desde el año 1982.

    Antes de esta fecha, desempeñó brillantemente trabajos en empresas constructoras como Agromán y en consultoras de ingeniería.

    A su brillante quehacer profesional, este ingeniero añadía unos valores humanos de integridad, ponderación, talante y cordialidad dignos de elogio. Y por todo ello, se le reconoce con la Medalla de Honor de la Carretera.

    Juan Antonio Piedra Alcaraz
    Juan Antonio Piedra Alcaraz es reconocido con la Medalla de Honor de la Carretera por la realización de trabajos de investigación y desarrollo sobre la movilidad sostenible en el ámbito urbano y periurbano. En ellos, ha diseñado soluciones innovadoras para la coexistencia de los tráficos motorizados, peatonales y ciclistas, con resultados excelentes en funcionalidad, seguridad vial, calidad de vida y modernización del territorio en el espacio urbano. Así se demuestra en muchas actuaciones, como la llevada a cabo en la travesía de Godelleta, en Valencia.

    Este Ingeniero Técnico de Obras Públicas es Subjefe de Sección en la Diputación de Valencia, donde empezó a prestar servicios en el año 1968. A día de hoy, tras 43 años de servicio, ejerce sus funciones en el Servicio de Tecnología, Planeamiento y Proyectos del Área de Carreteras de la Diputación de Valencia.

    Rafael Solaz Peñarrocha
    Rafael Solaz Peñarrocha ingresó en 1967 en el por entonces Ministerio de Obras Públicas como Técnico Auxiliar. Aprobó las oposiciones de Ingeniero Técnico de Obras Públicas en este Ministerio en 1972, y además, se tituló en 1976 como Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos en la Universidad Politécnica de Madrid.

    En su trayectoria profesional, cabe destacar los 39 años que ha trabajado para las carreteras valencianas: 15 años en el Ministerio de Obras Públicas y 34 en la Consellería de Infraestructuras y Transporte de la Generalitat, en la que ha desempeñado puestos de Jefe de Servicios, Jefe de División en la Dirección General de Obras Públicas y, a día de hoy, Jefe de Servicio de Construcción.

    El tesón demostrado en sus casi 50 años de servicio le hacen merecedor hoy de la Medallas de Honor de la Carretera.

    Pero sin duda, uno de los grandes protagonistas del acto será el asturiano José María Pertierra de la Uz, Director General de Carreteras del Ministerio de Fomento, que recogerá la Medalla de Oro de la Carretera. Entre los méritos que le han hecho valedor del galardón destaca su apuesta decidida y continuada por el progreso viario en el ámbito autonómico, y, en definitiva, por toda una trayectoria profesional dedicada al desarrollo y mejora de las infraestructuras de carreteras.

    En esta edición 2011, también será distinguido el Ministro de Obras Públicas de Panamá, Federico José Suárez, quien recibirá la Medalla al Mérito Internacional por las importantes reformas políticas y de planificación que está llevando a cabo en su país en materia de seguridad vial y de mejora de las infraestructuras viarias.

    Además, otras 29 personas, junto a una institución, serán reconocidas en este acto con la Medalla de Honor de la Carretera, diez de ellas con Mención Honorífica (ver listado más abajo). Todas han sabido demostrar su capacidad técnica y entusiasmo en el trabajo, luchando cada día por unas vías más seguras y de calidad desde los ámbitos de la investigación, la docencia, la empresa o la administración. Entre ellos, ingenieros que nos permiten tener una red viaria a la altura de las más avanzadas del mundo desarrollado; operarios dedicados a su construcción y mantenimiento; miembros de los servicios sanitarios de emergencia; guardias civiles que vigilan y controlan las carreteras, y que prestan auxilio en caso de accidente; y, en ocasiones, usuarios que no dudan en arriesgar su vida por ayudar a otro usuario desconocido que ha sido víctima de un siniestro.

    Y, junto a las personas, instituciones que, como el Consorcio de Transportes de Madrid, llevan décadas al servicio de la movilidad y la seguridad en una región que, como la madrileña, exige un modelo de transporte moderno y eficaz.

    Todos ellos han sido seleccionados por el Comité de Medallas de entre más de un centenar de propuestas presentadas por diversos organismos vinculados a la carretera: administraciones públicas con competencia en infraestructuras viarias y tráfico (Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento y de las distintas Comunidades Autónomas, Diputaciones Provinciales, Cabildos y Consells Insulares; Dirección General de Tráfico, Servicio Catalán de Tránsito, Dirección de Tráfico del Gobierno Vasco…), universidades, centros docentes y de investigación, asociaciones sectoriales y empresas privadas.

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