Mario Flores: “La Comunitat se ha convertido en un polo estratégico para el sistema energético español”
El titular de Infraestructuras visita a las obras de tendido del cable submarino entre la Península y las Baleares
El conseller ha realizado estas declaraciones en el transcurso de la visita a las obras del tendido del cable submarino de interconexión entre la Península y las islas Baleares, coincidiendo con la llegada a Sagunto del segundo de los cuatro cables previstos en el proyecto.
En este sentido, ha destacado “la solidaridad de la Comunitat al acoger esta infraestructura energética que servirá para garantizar el suministro eléctrico en las islas Baleares e integrar las islas en el mercado eléctrico ibérico”. Además, ha subrayado que “el tendido entre Sagunto y Santa Ponsa supondrá un ahorro de costes para todo el sistema eléctrico español”.
Flores ha añadido que “no es la única infraestructura energética estratégica para el conjunto del sistema energético en nuestro territorio, ya que también la Comunitat alberga una planta regasificadora, ubicada en Sagunto, desde donde se regasifica el 20% del gas natural que se consume en toda España”.
Características de la Interconexión Península- Baleares
El enlace entre la Península Baleares (Proyecto Rómulo) consta de tres cables de 237 kilómetros cada uno de ellos que alcanzarán una profundidad máxima de 1.485 metros bajo el nivel del mar. La interconexión funcionará en corriente continua, de manera que ha sido necesaria la construcción de una estación conversora en cada uno de sus extremos para transformarla en corriente alterna, que es la que utilizan los sistemas eléctricos de la península y Baleares.
El tendido se realiza a través de una embarcación que está equipada con un sistema de posicionamiento dinámico, lo que le permite seguir la trayectoria establecida con exactitud y permanecer inmóvil cuando las condiciones del mar exijan la detención de los trabajos. Estos dispositivos son importantes, ya que el tendido de cada uno de los tres cables se hace solo una vez, es decir, sin necesidad de realizar empalmes.
Al iniciar las labores de instalación del circuito, el barco se sitúa a 500 metros de la costa y empieza a soltar el cable, que se aloja en el lecho marino con la ayuda de un vehículo de control remoto capaz de realizar pequeños ajustes. Una vez que se alcanza la orilla opuesta, el barco suelta el cable restante para que un equipo de submarinistas lo coloque en el fondo marino con ayuda de flotadores y barcas auxiliares.
Tras el tendido de los tres cables eléctricos y el cable de fibra óptica para garantizar las comunicaciones, se iniciará un periodo de pruebas previo a la puesta en funcionamiento, prevista para este mismo año.
