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Sebastián Cañadas: "Nuestro municipio aún guarda esa idiosincrasia de pueblo"

Sebastián Cañadas: "Nuestro municipio aún guarda esa idiosincrasia de pueblo"

    Nos encontramos en unas fechas señaladas para Mutxamel, las fiestas de Moros y Cristianos en honor a Nuestra Señora de Loreto;  el pasado domingo presenciamos el pregón de la mano de Gaspar Aracil. ¿Cómo se están presentando estas fiestas?

    Así es, el pregón lo pronunció Gaspar Aracil, festero veterano en activo de  87 años de edad y fundador de la comparsa Los Herrajes. Ha sido  Capitán Moro, aparte de que ha participado en todas las directivas desde tiempo inmemorial, colaborador de la barraca “Els Ravalets” y de sus fiestas, y sobre todo, una persona muy querida y entrañable en el pueblo. Con este pregón queríamos rendir un homenaje a ese tipo de personas que están inmersas, no solo en las fiestas, sino en la vida social de Mutxamel. Y qué mejor forma hay de hacer un homenaje  que elegir al que lleva más años en activo dándolo todo por sus fiestas y por su pueblo

    ¿Vamos a ver alguna novedad?

    En los últimos años las hemos tenido, no solo en los actos de los 5 días de fiesta del 8 al 12, sino en los días anteriores. Este año, como novedad, el día 7, Día del Pregón, se realizó por la mañana La Fiesta del Agua en la Rambla, que con el calor que nos está haciendo ha venido muy bien, además de ser un éxito.  El Berenar Fester, que este año se realizará su segunda edición, se celebra el Día de las Cenas de Comparsas, que se celebraron el pasado sábado, en la que se repartieron 200 meriendas a niños. Ello se ha ido instaurando y parece que va en aumento.

     También este año tendremos la segunda edición de la Verbena Popular instaurada por nosotros: esperamos que poco a poco vaya tomando auge pese a que son innovaciones, pero las fiestas de Mutxamel  son tradiciones  y no siempre todas las novedades son bienvenidas. La verbena posiblemente, si sigue por los mismos derroteros, no se vuelva a hacer. Pero los actos tradicionales se realizarán como siempre, y  sin lugar a dudas, serán unas fiestas muy calurosas.

    ¿Cómo invita un alcalde a sus fiestas?

    Fácilmente: al que no es de aquí y haya ha venido alguna vez, hay que decirle poco: estás invitado a Mutxamel, a unos días de fiesta, sobre todo el día 10 por la mañana, porque es el día más grande, el de la Entrada. Y después de la entrada de bandas de música por la mañana, el típico aperitivo en mediodía, con mucho calor, algo que siempre nos acompaña. Y el que no las ha visto, que venga y nos conozca, porque seguro que repite.

    Recientemente hemos podido ver en prensa la noticia de la elección de Mutxamel como una de la 6 nuevas subsedes de la Escuela Oficial de Idiomas. ¿Qué supone una noticia de este nivel para una población como Mutxamel?

    Nosotros nos marcamos cuando entramos en el gobierno del municipio, de acuerdo con el concejal de educación, Rafael García, algunos objetivos que hasta ahora no teníamos: ser subsede de un aulario de la escuela oficial de idiomas e implantar los ciclos formativos. Por fin se nos ha concedido el Aulario de la Escuela oficial en esta legislatura, un tema importante en el que llevamos mucho tiempo insistiendo y que a la gente de Mutxamel le viene bien por no tener que desplazarse para realizar los estudios.

    Vamos a seguir reivindicando no solo el tema de los ciclos formativos: estamos en contacto con la Universidad de Alicante para la implantación de unos  cursos de Aviónica, aprovechando que tenemos un aeródromo.

    ¿Cuándo se van a poder realizar las matriculaciones? ¿Y dónde se van a impartir las clases?

    Se pueden realizar ya, porque los trámites administrativos dependen de Alicante. Nosotros aquí habilitaremos las aulas correspondientes en el instituto del Ayuser y se fijaran lo días que tocan aquí.

    Mutxamel es un municipio muy diseminado: recientemente se ha presentado un conflicto con el Servicio Postal. Un problema que pese a no ser municipal afecta de manera importante al municipio. ¿Cómo van las negociaciones con Correos y cuáles son las posibles soluciones que tenemos sobre la mesa?

    Con la Dirección General de Correos y  con el Ministerio, hablamos en su día para que no se llevara a cabo esta actuación, y pese a que varios municipios realizaron la misma queja, estas fueron desestimadas. Eso fueron las primeras negociaciones. A raíz de que el 1 de octubre empezarían a tener que estar implantados los buzones. Debido a la morfología del municipio y la diseminación de las urbanizaciones, el plazo nos lo han ampliado hasta final de año, por lo que continuarán con el servicio hasta que se implanten los buzones. Para ello, estamos en negociaciones con las asociaciones  de vecinos para que nos informen de cuántos buzones hay que instalar. El Ayuntamiento les proporcionará el suelo donde los tienen que colocar y una vez instalados, a través de las asociaciones, financiará el cincuenta por ciento de la instalación.

     Las redes sociales se han convertido en un elemento casi imprescindible para cualquier cargo público. ¿Cómo es su interacción con los vecinos a través de las redes sociales, atiende sus quejas?

    Es un elemento al que  los políticos no tenemos todo el tiempo necesario para dedicar. Desde Facebook, que es la red que utilizo, acepto todas las solicitudes de amistad, no rechazo a nadie, intento contestar a todo el mundo, pero obviamente no se dispone de todo el tiempo necesario para atenderlo, pues soy yo quien  lo atiende personalmente.

     Nos encontramos en plena campaña del IBI. ¿Cree que los impuestos que pagamos son los adecuados o reconoce que son altos por las condiciones económicas que vivimos?

    Cualquier impuesto nos va a parecer carísimo: hay gente que lo está pasando mal en estos momentos y cualquier impuesto parece caro. Nosotros hicimos un análisis comparado con la comarca y se ha tratado de bajar todos los impuestos y tasas, menos el IBI, que es un caso especial, pero el resto de impuestos se ha bajado. Se ha bajado las tasas sobre las plusvalías de la primera vivienda, bonificándola, y también está bonificada la ocupación de las terrazas de los bares en la calle, con el cincuenta por ciento este año y el cien por cien el próximo, si demuestran que han creado empleo para trabajar en ellas. Se ha bonificado también el pago si se hace anual en lugar de mensual. Y se ha bajado también el impuesto de vehículos.

    El IBI es un caso especial: es el impuesto que más duele y del que más se quejan los vecinos. En 2009 se hizo la ponencia catastral,  que hacía 16 años que no se hacía, y que entró en vigor en 2010. Nosotros ya dijimos que no era el momento de hacerla porque la crisis empezaba a ser dura. Como la subida era tan tremenda, se decidió prorratearla a 10 años, es decir, que hasta 2019 va a estar subiendo.

    Si ahora le dijera que  ha mejorado la situación del Ayuntamiento y decidimos bajar el tipo impositivo, efectivamente se pagaría menos, pero como está prorrateado a 10 años, el próximo volvería a subir, lo que sería engañar al ciudadano. Esa fue una decisión que tomo el anterior equipo de gobierno, y aunque creo que no era el momento de tomarla, nos vemos obligados a cumplirla.

     En los últimos años ha habido una fuga de vehículos hacia municipios colindantes donde se paga un impuesto de circulación menor. ¿Han tomado alguna medida o piensan hacerlo para solucionar el problema?

    Sí, se ha bajado el impuesto a los vehículos medios, como al utilitario, al que se le ha bajado  el impuesto de circulación.

    En su opinión, ¿qué es lo más difícil de ser alcalde?

    Ser alcalde lo es todo.  El alcalde lo es 24 horas al día, 7 días a la semana. Lo más importante es la atención al ciudadano, mantener el contacto con él. Tiene que ser una premisa para cualquier persona que se presente a político de pueblo, el haber pasado por el mundo asociativo de ese municipio, por asociaciones, clubs, comparsas… que te obligan a trabajar sin animo de lucro y de manera altruista, teniendo los mismos problemas que en el trabajo. Y así te acostumbras a trabajar en ese mundo, dándolo todo incluso a costa de la vida familiar, lo que considero fundamental para llegar a una alcaldía, que te da la satisfacción de sacrificarte por los demás.

    A su llegada a la alcaldía, ¿se encontró sorpresas en los cajones?

    Nosotros cuando llegamos a la alcaldía tomamos la firme decisión de mirar hacia delante. Desde la oposición creo que teníamos una visión mucho más realista que la que tenía el propio equipo de gobierno. Ya en los Plenos de Presupuesto de 2008, 2009 y 2010 avisábamos de lo que estaba pasando, pero no parecían ser conscientes de ello. Y cuando accedimos no encontramos una situación peor de lo que pensábamos. Y no sólo por la deuda municipal, de 7 millones de euros. No queríamos mirar atrás, pero había que ver la deuda a pagar y esto no fue lo peor, lo peor fue encontrarse en los cajones con facturas por mas de 600.000€ que ni siquiera tenían consignación presupuestaria. Y con un presupuesto ejecutado al 80 por ciento sin capacidad de maniobra, hubo que tomar decisiones difíciles.

    Políticamente hablando,  ¿cuál ha sido el momento más comprometido que ha tenido que pasar durante su mandato?

    Nada más entrar tuvimos que tomar la decisión de reducir gastos, y comenzamos por el equipo de gobierno, reduciendo su partida en un cincuenta por ciento.  Pero cuando un ayuntamiento comienza a reducir gastos y tiene que amortizar plazas porque está al borde de la quiebra, hay que tomar decisiones dolorosas: la más dura fue despedir a 7 personas, interinos de este ayuntamiento, y que delante de ti rompan a llorar, fue durísimo.

    Cuando va por la calle, ¿qué le dicen o reclaman los mutxameleros?

    De todo, tanto quejas como felicitaciones y casi siempre con la coletilla  “Sé que no es el momento, que ahora no toca pero…” Lo cierto es que se acercan y te cuentan sus problemas, sus preocupaciones y hay que estar ahí para escuchar, porque en definitiva estás a su servicio.

    ¿Está satisfecho con la ley de administración local que aprobó su partido? ¿Cree que ha sido eficaz?

    Sí, evidentemente se está demostrando que está siendo eficaz, y hay una percepción general del ciudadano de que esto está mejorando, que se está iniciando la recuperación, y todo eso es importante. La administración local es una de las partes que tenía que estar en esa racionalización y que en mi opinión creo que se está haciendo bien.

    ¿Qué opinión le merece el cambio de la ley electoral para que sea el partido más votado el que consiga la alcaldía?

    Me parece perfecto. Además creo que le  parece perfecto a la mayoría de los ciudadanos de España y a la mayoría de los partidos políticos. Iba en el programa electoral del PP, del PSOE y de UPYD, no entiendo la polémica de que no es el momento. Y entonces ¿cuándo lo es? Pues ahora. Que faltan 9 meses para las locales. Es el momento ahora. ¿Cómo se va hacer? El Partido Popular tiende la mano a todos para hacer algo que todos querían y que ahora no quieren hacer. Hay diálogo, no entiendo por qué el PSOE se opone. La fórmula para hacerlo habrá que debatirla.

    Estamos prácticamente en la recta final de su mandato, 9 meses para las elecciones. ¿Cuál sería el balance de su gestión? ¿Considera los objetivos cumplidos?

    Estamos cumpliendo los objetivos. El 50 por ciento del programa está cumplido, si bien es cierto que nuestro proyecto estrella era el mercado municipal con aparcamiento subterráneo, que no se  ha podido llevar a cabo en esta legislatura. Pero hay otros que sí se han podido presupuestar, como el pabellón cubierto, una demanda histórica de un municipio, el único de más de 20.000 habitantes  que no tiene pabellón, cuando aquí se han hecho pabellones y auditorios en pueblos de 500 habitantes. Y el que la demanda histórica de Mutxamel venga marcada por la tradición del fútbol sala con la participación de equipos en ligas nacionales, y que nuestros jugadores se vean obligados a desplazarse a otros municipios para jugar sus partidos, era algo a evitar. Lo que habíamos pedido era un pabellón modesto de  menos de un millón de euros.

    También se han adecuado las entradas del municipio por la avenida de Valencia, con ayuda de la Diputación. En definitiva, mi balance es positivo, pero son los ciudadanos quienes lo tienen que ver y valorar.

    ¿Qué tal su relación con la Generalitat?

    Muy buena. La Generalitat está pasando dificultades, nuestra deuda con ella no es excesivamente elevada, la mayoría proviene de unos Talleres de Empleo de años anteriores, pero ya le digo que no es significativa.

    Se siguen haciendo atendiendo servicios sociales, ayudas de comedor, los talleres de empleo de Peñacerrada, y también tenemos pedidas varias acciones para el próximo año para la Casa del Azut y el Pantanet, puntos emblemáticos de Mutxamel. En definitiva una relación buena y fluida pero sin excesos. Obviamente no vamos a pedir cuatro millones de euros para el mercado, porque ahora no toca.

    Permítame que me remonte en el tiempo. En 1969 desaparece la línea de tranvía que une Mutxamel con Alicante. ¿Cree que volverán los mutxameleros a tener tranvía?

    No sé si tranvía o trolebús, de hecho ya se estaba planificando, aunque se ha visto paralizado el proyecto. Espero que lo tengamos,  ya que son San Juan y Mutxamel dos únicas poblaciones de la zona  que no lo tienen.

    ¿Se ve usted como el alcalde que inaugure el TRAM con Alicante?

    No me veo. No creo que sea cuestión de un año o dos más, y aun empezando en la próxima legislatura, mi visión de la política es de no más de 8 años de mandato.

    Del 1 al 10, ¿qué puntuación le daría a la calidad de vida del mutxamelero y por qué?

    Le daría un ocho, porque tenemos una situación envidiable: vivimos en un municipio que aún guarda esa idiosincrasia de pueblo, un pueblo que al ser agrícola le ha hecho conservar ese tipo de cosas que solo pasan en los pueblos, y que pese a tener cerca de 25.000 habitantes, en el casco urbano apenas llegamos a los 11.000, donde todo el mundo se conoce, la gente es hospitalaria, amiga de sus amigos, y estamos en un enclave privilegiado. No tenemos playa, pero estamos cerca de ella, no tememos montaña pero la tenemos al lado, bien comunicados en ambos casos. Es un pueblo acogedor y encantador. En definitiva un ocho creo que es la mejor nota, el nueve y el diez cuesta.

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