Comienza la segunda fase de las obras de la Calle Blasco de Alagón

La segunda fase de las obras de la calle principal de Morella ya han comenzado. El Ayuntamiento de Morella recibió una subvención para mejorar la peatonalización en zonas de comercios, de la Consellería de Comercio, por la cual está llevando a cabo las obras. Estas actuaciones comenzaron en noviembre y se prevé que finalicen entre marzo y abril. La segunda fase se ha retrasado una semana debido al temporal de nieve de hace diez días. Cabe recordar, que el total de la obra consta de tres fases.

En la primera fase, se repararon las canalizaciones y las conducciones eléctricas y se pavimentaron las aceras del interior de los porches, desde el Hotel Cardenal Ram hasta el final de la calle. En esta segunda etapa, también se mejorarán las conducciones subterráneas y se habilitarán todas las aceras, pero desde el mismo hotel hasta el inicio de la Calle Blasco de Alagón. Con la tercera, se renovará el alcantarillado y se cambiará el adoquinado de la calzada.

La distribución de las obras en distintas fases, ha hecho “que la calle sólo se haya cortado dos días”, ha explicado el concejal de urbanismo, Rhamsés Ripollés. Durante estos días, se pueden ocasionar cortes intermitentes al tráfico, debido al paso de distintos camiones pertenecientes a la obra. El edil también ha afirmado que estas obras supondrán “una mejora en servicios, peatonalización y visiblidad para todos los comercios de esta característica calle de Morella”.

Recordar también que la sustitución del pavimento es el cambio que más llama la atención. Ripollés ya manifestó que “los responsables técnicos del proyecto y los de Consellería de Cultura demandaron piedra similar a la que podemos encontrar en nuestro territorio. Además, hemos buscado una textura rugosa, para que no resbale y se le ha aplicado un tratamiento para que no se manche”. Precisamente, estos cambios de textura en el pavimento se han podido apreciar con claridad en estos días con nieve. Mientras que en las aceras antiguas el riesgo de resbalar era alto, con el pavimento nuevo se ha mejorado la adherencia.

El coste total de las tres fases que se están ejecutando, es de 260.000 euros, que se financian con la subvención y fondos municipales.