Morella reconoce el trabajo, esfuerzo y dedicación de distintos colectivos y personas con las cruces de Santa Llúcia

La localidad de Morella ha vivido uno de los días más emotivos del año. El 7 de enero, día del patrón Sant Julià, se celebra el acto cívico en el que se entregan las cruces de Santa Llúcia que reconocen el trabajo, esfuerzo y dedicación de diversos colectivos y personas de y por la ciudad. Este año, la máxima distinción municipal ha sido para la Rondalla, al cuerpo de Bomberos voluntarios de la comarca de Els Ports, a Vicent Torrent, Ricardo Tosca, Miquel Martí y Antonio Ferrer.

El alcalde de la localidad, Rhamsés Ripollés, ha cerrado el acto afirmando que “la historia es evidente que la hacemos la personas, nuestro trabajo y nuestra forma de ser y, una ciudad se hace más grande cuando reconoce y agradece a los suyos, el trabajo que han hecho por ella”. Además, añadía que “Morella es una ciudad con raíces profundas pero siempre con la mirada puesta hacia el futuro y, gracias al trabajo diario de tantos morellanos y morellanas, esta ciudad es un símbolo y un referente, en muchos aspectos”.

El primer edil morellano también señalaba que “contra las dificultades, no tiene cabida la resignación, sino mayor exigencia, compromiso y unión para hacerles frente. Morella ha demostrado muchas veces que sabemos hacerlo y lo vamos a hacer. Y, para ello, los valores de Ricardo, de Vicent, de la Rondalla, de Antonio o de los Bomberos voluntarios, han de ser un referente en el trabajo diario”. Respecto al trabajo que queda por delante, Ripollés aseveraba que “el progreso y el bienestar son nuestro referente, nuestra guía para trabajar por la ciudad y hemos de luchar por una Morella cohesionada, en la que todos cuenten y en la que nadie se quede al margen”.

Además, Rhamsés Ripollés ha hecho un recorrido por la historia del día que se celebraba en la jornada de hoy y ha subrayado dos efemérides importantes que vivirá la ciudad en este 2013. Éstas son el 340 aniversario desde que un grupo de vecinos solicitara realizar unos actos para agradecer a la Mare de Déu de Vallivana, que desembocarían en la aprobación de la celebración del Sexenni y, que se cumple el 780º aniversario desde que Morella recibió la Carta Pobla, de manos del rey Jaume I.

Reconocimiento a los premiados
El discurso del alcalde también ha ensalzado “el trabajo, sacrificio, convicción hacia nuestra ciudad y el cariño respecto a los morellanos y morellanas” de todos los premiados. Y, ha explicado los méritos de cada uno por los que han concedido la cruz de Santa Llúcia.

La Rondalla, forma parte de las manifestaciones culturales y tradicionales de la localidad, desde 1992. Este colectivo cumplió durante el 2012, veinte años de actividad, que los conmemoró con un CD con sus canciones y distintos actos y también colabora en la educación y formación musical de los vecinos.

Otra organización que cumplió dos décadas el pasado año fue el cuerpo de Bomberos voluntarios de la comarca de Els Ports, que realizan un importante trabajo desinteresado en pro del bien común. Son un colectivo importante en la prevención y actuación de emergencias.

Una de las dos cruces de Santa Llúcia que se han entregado a título póstumo ha sido para Ricardo Tosca. Se trata de una persona que dedicó cerca de 50 años a la medicina y tuvo siempre la voluntad de ayudar y de asumir decisiones vitales en pocos segundos.

El grupo valenciano Al Tall anunció su retirada el pasado mes de octubre, después de más de 35 años de actividad. Uno de sus fundadores, Vicent Torrent, nació en Valencia, pero su madre era morellana y le inculcó el amor por esta tierra. Es un gran musicólogo, vecino de Morella y que siempre ha reivindicado esta zona.

Por último, las cruces de Santa Llúcia a Miquel Martí y Antonio Ferrer, ésta a título póstumo, se deben al trabajo realizado como miembros de la Colonia Morellano-Catalana, en la sección de Sabadell. Ambos emigraron al Vallés debido al éxodo que vivió la ciudad por la crisis del textil. Allí, forjaron una gran carrera dentro del sector bancario, económico y empresarial y dieron trabajo a muchos vecinos de Morella que llegaban a aquella zona.

Las cruces de Santa Llúcia se entregan desde el año 2004, cuando el Ayuntamiento aprobó el Reglamento de honores y distinciones de la ciudad, con el objeto de regular todo lo que hace referencia a la concesión de distinciones para reconocer aquellos méritos especiales, calidades y circunstancias que ayudan a enriquecer a la ciudad