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Cultura recupera la Masía rupestre de Morella La Vella y hace visitable el conjunto arqueológico

  • El enclave aúna varios elementos patrimoniales de gran importancia como son la pintura rupestre, el paisaje vegetal, la arquitectura tradicional y los yacimientos arqueológicos

  • La conselleria de Cultura aporta 370.000 euros para la recuperación del conjunto

La directora General de Patrimonio Cultural Valenciano, Paz Olmos, ha inaugurado hoy la recuperación de la masía de Morella la Vella, en el que ha colaborado la Conselleria de Cultura con 370.000 euros y la empresa Renomar, con una aportación de 261.000 euros.

El conjunto de Morella la Vella está formado por una masía rupestre que data del siglo XV y otra del siglo XIX con dos corrales contiguos. Está situado a 6 kilómetros al noroeste de Morella y el enclave ha estado habitado por el hombre desde la prehistoria, como atestiguan las pinturas rupestres y los restos del poblado ibérico que hay en lo alto de la muela sobre la que se apoyan la citada masía y los corrales.

En la actualidad se ha realizado un proyecto de recuperación que ha supuesto la restauración integral del conjunto. Además de la rehabilitación de la masía que se halla enclavada en la roca, el Mas Vell, se ha restaurado el llamado Mas Nou, construcción tradicional de principios del siglo XX, y se han investigado los yacimientos arqueológicos. Para hacer visitable el conjunto, la masía nueva se ha habilitado como centro de acogida de visitantes y se han establecido servicios de visitas guiadas así como de señalización de senderos.

La directora general de Patrimonio Cultural Valenciano, Paz Olmos, ha explicado la intención del conjunto patrimonial, “la idea es aprovechar todos estos recursos tan significativos de la cultura y el patrimonio de los valencianos para recrear la vida tradicional agropecuaria y ofrecer al visitante una visión global e integradora”.

El enclave de Morella la Vella aúna varios elementos patrimoniales de gran importancia como son la pintura rupestre, el paisaje vegetal, la arquitectura tradicional y los yacimientos arqueológicos. Algunos de estos recursos patrimoniales gozan de la máxima protección a escala mundial, ya que los cinco conjuntos de pintura rupestre fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 1998 junto con el resto de pinturas de este tipo del arco mediterráneo. El paisaje vegetal de Morella la Vella es un vivo ejemplo de paisaje agropecuario tradicional. Mantiene 60 hectáreas de campos de cultivo de cereal con abundantes elementos de arquitectura rural en piedra seca como abancalamaientos, refugios o pozos.

Por otro lado, la forma de la masía, dada su característica rupestre, es singular y única, ya que aprovecha para su construcción la oquedad natural de la roca; su superficie total es de 203.15 m2, y la de los corrales anexos es de 74 m2 cada uno. Otra característica especial de esta masía es su marcado carácter defensivo, notorio en las aspilleras de la fachada; este rasgo defensivo fue, posiblemente lo que llevó al ejército carlista a instalar en ella uno de sus cuarteles del Maestrazgo.

La intervención
El objetivo prioritario de las obras de recuperación ha sido rescatar la masía rupestre y los dos corrales de la progresiva ruina, causada por la falta de mantenimiento y la acción corrosiva de los agentes atmosféricos, a través de la consolidación de la estructura y la restauración tanto de los interiores como de los exteriores.

La renovación del conjunto del Mas Vell ha comportado la consolidación y restauración de las estructuras de sus muros, que estaban afectados por tres grietas estructurales y diferentes aperturas practicadas en ellos en épocas pasadas. Se han restaurado también los forjados y las cubiertas, así como los revocos degradados de las paredes, los pavimentos y la carpintería que se encontraba en mal estado o ruinosa. Estas intervenciones se han realizado respetando los materiales y detalles constructivos originales.

La masía nueva, conocida como Mas Nou, que ha sido rehabilitada con la colaboración de Renomar, va a cumplir la función de museo y centro de acogida de visitantes, donde se presentará la historia del enclave y se facilitarán los posibles itinerarios de visita, que versarían en torno a tres recursos naturales y culturales que se encuentran en la misma finca: Pintura rupestre (en la finca se encuentran cinco conjuntos de este arte), paisaje vegetal y arquitectura tradicional de piedra en seco.

Además de estas intervenciones, llevadas a cabo en ambas masías y en los corrales, se ha habilitado una antigua instalación agropecuaria como aseos, de manera que la adecuación para el uso público no ha supuesto ninguna alteración en los valores arquitectónicos y paisajísticos del paraje.

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