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Gori se despide de Valencia por la puerta grande

Gori se despide de Valencia por la puerta grande
  • El pirotécnico de Mislata pone el colofón a su trayectoria profesional en la Plaza del Ayuntamiento con una atronadora mascletà de corte tradicional

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Dentro de unos días, Gori cumplirá 65 años con la intención de retirarse de la primera línea de fuego. Tras medio siglo de trayectoria profesional y después de 41 ediciones acudiendo fiel a la cita del primer domingo de marzo, Gregorio Juan “Gori” disparó ayer su última mascletà en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia. Y se despidió por la puerta grande, con un soberbio y atronador disparo de corte tradicional, el estilo que siempre lo ha caracterizado y que ha hecho de él un mito en el mundo de la pirotécnia.

La de ayer era una mascletà muy especial y eso se palpaba en el ambiente. Instantes antes de prenderle fuego, Gori aseguraba no estar excesivamente nervioso y afrontar su última mascletà con la satisfacción del trabajo bien hecho y con la responsabilidad de despedirse de sus fieles estando a la altura: “No son nervios, es la responsabilidad que implica estar en esta plaza. Y esa no la conoce nadie más que el está aquí”.

Desde primera hora de la mañana, Gori y su equipo fueron montando minuciosamente cada una de las fases de una mascletà que había sido fabricada íntegramente en Mislata y cuyo disparo, como es marca de la casa, iba a ser controlado por la mano del maestro pirotécnico. El propio gori la calificaba como una “mascleta vieja, porque es de las primeras que yo disparé aquí hace cuarenta años. Ahora se han eliminado las cañas pero el resto es igual. No lleva florituras, ni humos de colores ni cajas automáticas”. Sólo pólvora, pólvora y más pólvora.

Ayer Gori era el hombre más buscado, el más fotografiado y el idolatrado. Siempre que va a la Plaza del Ayuntamiento lo es, pero ayer aún más, si cabe, porque el idilio de este ilustre mislatero con Valencia y sus Fallas estaba a punto de llegar a su fin. Gori ayer cerró un ciclo, convencido de que ha llegado el momento de dejar paso a las futuras generaciones. “El temple ya no es el mismo que con 20 o 30 años, así que lo mejor será que me retire y que mate el gusanillo de otra forma, pero sin tanta responsabilidad”, asegura Gori.

Una plaza llena de mislateros

El nombre de Gori va siempre ligado al de Mislata, una ciudad que siente auténtica devoción por su pirotécnico y que ayer estaba más orgullosa que nunca de él. Como también lo estaba el alcalde, Carlos Fernández Bielsa, que se acercó a la jaula en los momentos previos a la mascletà para desearle suerte. “Mislata no sería lo mismo si no tuviéramos al mejor pirotécnico, del que estamos tremendamente orgullosos”, dijo Bielsa. Como el alcalde, la Plaza del Ayuntamiento estaba ayer llena de mislateros y mislateras que no quisieron perderse la última actuación de Gori.

Las miles y miles de personas que inundaban el centro de Valencia como si de una marea humana se tratase, presenciaron una espectacular mascletà que cumplió con las expectativas de todos, incluidas las del propio pirotécnico. Y es que todavía no habían acabado de sonar las últimas explosiones del terremoto aéreo final y ya se escuchaban los aplausos de un público que ayer se rindió a los pies de Gori.

Tras la mascletà y subido a hombros por sus ayudantes, Gori se abrió paso entre la multitud para subir al balcón del Ayuntamiento y recibir la felicitación de las autoridades y de la fallera mayor de Valencia, Begoña Jiménez. Desde allí, el pirotécnico de Mislata se asomó a la calle y levantó los brazos para agradecer el calor de un público que nunca olvidará su nombre, Gori, el de uno de los mejores en el arte de la pirotécnia.

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