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La deuda de la Generalitat obliga a Mislata a reducir al mínimo el servicio de ayuda a domicilio

  • Hasta que no se solucionen los impagos, el Consistorio sólo podrá atender los casos más vulnerables que no cuenten con familiares cercanos

La Generalitat Valenciana adeuda al Ayuntamiento de Mislata más de 3,5 millones de euros. La mayor parte de estos impagos corresponden a la financiación de servicios sociales, como el de ayuda a domicilio, gracias al cual las personas mayores dependientes reciben en su casa atenciones diarias para su movilización, su higiene personal e incluso para limpieza de la casa.

Ahora, la viabilidad de este programa de ayuda a domicilio, cuyo coste asciende a 392.000 € anuales, ha entrado en una fase crítica, ya que la Generalitat no paga el servicio desde el año 2009. Esta situación, además, se ha visto agravada en el caso de Mislata por la delicada situación económica que atraviesa el Ayuntamiento, cuyas arcas municipales tienen que soportar una deuda de 40 millones de euros heredada del anterior gobierno del PP.

Todo ello ha obligado al Consistorio a anunciar el cese temporal del servicio porque no puede seguir asumiendo íntegramente su coste. Como explica el concejal de Servicios Sociales de Mislata, Alfredo Catalá, en una carta remitida a todos los usuarios del SAD, “a pesar de nuestra voluntad por seguir prestando el servicio y asegurar la calidad de vida de las personas mayores, nos vemos obligados a cesar este programa. Y esperamos recuperarlo a la mayor brevedad posible”.

Mientras tanto, anuncia Catalá, “el Ayuntamiento seguirá prestando un servicio mínimo para que las personas más vulnerables, aquellas que no tienen familiares cercanos, no queden desprotegidas”. Entre las diferentes soluciones en las que trabaja Mislata, queda confirmada la estrecha colaboración de la ONG Cruz Roja.

El servicio a domicilio para personas mayores forma parte de un convenio suscrito entre la Generalitat y el Ayuntamiento, que incluye además la financiación de las ayudas de emergencia (vales de alimentos, ayudas a la vivienda o las becas de comedor que se dan a las familias con menos recursos). Y el Consistorio de Mislata no ha recibido ni un solo euro de la Conselleria de Servicios Sociales en 2010, 2011 ni 2012, viéndose obligado a adelantar no sólo los 392.000 € que cuesta cada año el SAD, sino también todas las ayudas de emergencia, que en este ejercicio van a superar el millón de euros.

Y por si no fuera suficiente con los impagos de la Generalitat, hace unos días se conoció la decisión del Gobierno de España de recortar en un 40% la partida para servicios sociales básicos, la que se destina a los ayuntamientos – a través de las comunidades autónomas- para las ayudas de emergencia o programas como el de ayuda a domicilio. Unas políticas de recortes sociales que caminan en sentido contrario al verdadero drama social que atraviesan hoy en día muchas familias. “Los servicios sociales nunca han estado tan desbordados como ahora, pero ni la Generalitat ni el Gobierno parecen querer solucionarlo. En lugar de dotarlos de más recursos, los recortan o directamente no los pagan, y los ayuntamientos ya no podemos más”, concluye Alfredo Catalá.

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