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Los vecinos de la Creu de Mislata celebran sus fiestas con la ornamentación de su monumento

Los vecinos de la Creu de Mislata celebran sus fiestas con la ornamentación de su monumento
  • La comisión de fiestas del barrio organiza como cada año un programa con citas lúdicas, gastronómicas y religiosas

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Los vecinos de la Creu de Mislata celebran sus fiestas con la ornamentación de su monumento - (foto 2)
Los vecinos de la Creu de Mislata celebran sus fiestas con la ornamentación de su monumento - (foto 3)
La festividad de las Cruces de Mayo tiene un significado especial en el barrio de la Creu de Mislata, uno de los históricos de la localidad, ya que los vecinos adornan cada año con especial ilusión y esmero la Cruz Cubierta del municipio, el monumento más emblemático de cuantos existen en el término municipal.

Desde el pasado 27 de abril y hasta hoy 3 de mayo, los vecinos del barrio de la Cruz han estado inmersos en la celebración de sus fiestas particulares, aprovechando el día festivo del primero de mayo –que este año también coincidió con San Vicent Ferrer- y todo el pasado fin de semana. Los actos arrancaron con la tradicional ornamentación de la cruz y la cabalgata de anuncio de las fiestas que se celebró el viernes por la noche. Después, cena popular y la actuación de variedades a cargo de la asociación Mayores Voluntarios de Mislata.

La jornada del sábado fue la dedicada a los más pequeños, con una feria infantil que incluyó cucañas, talleres infantiles, castillos hinchables y una merienda para reponer fuerzas. Los mayores, por su parte, participaron a mediodía en la degustación de arròs amb fesols i naps y por la noche los vecinos disfrutaron de la clásica torrà d’embotit y una verbena amenizada por un conjunto musical.

La jornada del domingo, la de la víspera, también estuvo protagonizada por los niños y niñas del barrio, con las mismas actividades del día anterior, y por la noche los mayores tomaron el relevo con el concurso de paellas y una verbena. Y al día siguiente se concentraban los actos religiosos de costumbre, entre los que se encuentra la misa en honor al Santísimo Cristo de la Cruz. A continuación se celebró un vino de honor y se disparó la ya tradicional mascletà. El punto final de esta programación festiva fue la esperada procesión, donde festeros, falleros, autoridades políticas y vecinos del barrio volvieron a mostrar el fervor al Cristo acompañándole en procesión por las calles de barrio.

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