VOX Mislata exige neutralidad en las Administraciones Públicas y el cumplimiento de la ley de banderas

El Grupo Municipal de VOX Mislata ha presentado una moción para evitar la utilización o incluso ocasional de banderas, pancartas o cualquier otro formato en el exterior de los edificios y espacios públicos de uso común, evitando así la ilegalidad y dando cumplimiento a la Sentencia del 26 de mayo 2020 del Tribunal Supremo en la que se señala que “no resulta compatible con el marco constitucional y legal vigente, y en particular, con el deber de objetividad y neutralidad de las Administraciones Públicas la utilización, incluso ocasional, de banderas no oficiales en el exterior de los edificios y espacios públicos, aun cuando las mismas no sustituyan, sino que concurran, con la bandera de España y las demás legal o estatutariamente instituidas.”

Dicha solicitud nace del empleo, por parte del Ayuntamiento en espacios públicos de uso común de la bandera LGTBI+, simbología que, como apunta el concejal de VOX “constituye la reivindicación de tan sólo una parte de los ciudadanos, representando una opción excluyente y electoralista”, vulnerando tal como sentenció el Tribunal Supremo, los principios de objetividad y neutralidad institucional.

Álvaro Galán precisa: “No negamos que la bandera y simbología LGTBI+ constituye un símbolo para una parte de los ciudadanos, pero carece de reconocimiento legal válido como símbolo oficial en ninguna administración territorial. Una administración como es el Ayuntamiento debe ceñirse a símbolos y banderas que nos representen a todos por igual, como son la Señera, la bandera de España o la bandera de Europa”.

El portavoz de VOX aclara que su partido siempre ha defendido a todos los españoles y mislateros, independientemente de su orientación sexual, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social, pero dicha simbología “nada tienen que ver con los derechos de los homosexuales, tiene que ver con un puñado de lobbies y grupos de presión dedicados a enfrentar a la sociedad para ganar poder y recibir subvenciones.”. No cabe duda que dichos grupos no abarcan los problemas reales de la sociedad.

Álvaro Galán termina diciendo “quien quiera, tiene derecho a celebrar el Orgullo Gay, pero pagado con dinero privado y sin perjuicios al resto de los vecinos, si quieren exhibir sus pancartas, pueden hacerlo como todos, en lugares privados como balcones, ventanas, etc. Todos los españoles merecen respeto y no que se les trate de forma desigual independientemente de su orientación sexual.”