La conselleria solo ha pagado el 4% de las ayudas a la dependencia
En los últimos años, el Ayuntamiento de Mislata ha duplicado sus ayudas de emergencia social y ha puesto en marcha numerosos programas, como el Plan social de Empleo, los comedores sociales o los bonos de transporte, encaminados a combatir la difícil situación que están atravesando muchas familias como consecuencia de la crisis económica. Todo ello ha supuesto un evidente esfuerzo económico, hasta el punto de que las políticas sociales constituyeron ya en 2014 la partida más cuantiosa del presupuesto total del Ayuntamiento.
Sin embargo, no todas las administraciones públicas están haciendo el mismo esfuerzo para ayudar a las familias que peor lo están pasando. La Generalitat, que es quien tiene asignadas las competencias en materia de servicios sociales, está aplicando copagos a las personas discapacitadas y dependientes, generando deudas inasumibles con todos los ayuntamientos e incumpliendo los pagos de todo tipo de ayudas y subvenciones a los ciudadanos.
Según ha revelado hoy el departamento de Bienestar Social del Ayuntamiento de Mislata, la conselleria sólo ha pagado el 4% de las ayudas a la dependencia solicitadas por los vecinos de Mislata. Desde que se aprobara el Decreto 18/2011 para regular el derecho a las prestaciones del sistema valenciano para las personas en situación de dependencia, los mislateros y mislateras han tramitado un total de 380 solicitudes. Y a fecha de hoy, sólo 15 cuentan con resolución de grado y PIA (Programa Individual de Atención). Es decir, que sólo el 4% de los solicitantes están cobrando la ayuda.
Y en la misma situación se encuentran los vecinos que han solicitado la Renta Garantizada de Ciudadanía. De las 235 solicitudes presentadas en 2014 por vecinos de Mislata, 56 están activas a día de hoy (24%) y 179 están pendientes de resolución. El alcalde, Carlos Fernández Bielsa, asegura que la situación de “emergencia social” que está creando la Generalitat es “insostenible” y acusa directamente al Partido Popular de “ensañarse con los más débiles, condenándolos a pagar las consecuencias de su nefasta gestión”. “Ha llegado el momento de cambiar las políticas que favorecen a los poderosos para estar al lado de los más débiles, de acabar con los proyectos faraónicos y los grandes eventos para centrarnos en las personas que peor lo están pasando. Y ese momento es ahora”, concluye Bielsa.
