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La Casa de la Dona de Mislata celebra San Valentín con un curso de “Cocina para dos”

La Casa de la Dona de Mislata celebra San Valentín con un curso de “Cocina para dos”
  • Los talleres gastronómicos de Ximo Mancebo son una de las actividades municipales con mayor aceptación entre los vecinos

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La Casa de la Dona de Mislata está equipada con una cocina y una aula anexa para poder impartir cursos de cocina. Por eso, cada vez que la Concejalía de la Mujer y Políticas de Igualdad anuncia una nueva programación formativa, no faltan nunca los talleres de cocina impartidos por Ximo Mancebo, que con el tiempo se han convertido en una de las actividades Casa de la Dona con mayor aceptación entre la ciudadanía.

Estos cursos de cocina, obviamente, van dirigidos tanto a hombres como a mujeres y buena prueba de ello ha sido el de “Cocina para dos”, una propuesta pensada para parejas y con la que la Casa de la Dona quiso celebrar ayer por la tarde San Valentín, el día de los enamorados. La concejala de la Mujer, Carmen Lapeña, también estuvo presente en el curso, dando la bienvenida a todos los asistentes.

En realidad, lo de San Valentín no era más que un pretexto para que los vecinos aprendan a cocinar, ya que en el curso de ayer ni hubo chocolate ni tampoco corazones, tan típicos un 14 de febrero. Como explica Ximo Mancebo, la cocina que se imparte en la Casa de la Dona “es una cocina de ideas, sencilla y práctica, pensada para que a partir de una receta el alumno pueda sacar tres o cuatro ideas para otros platos”.

Además, otro de los ingredientes que nunca faltan en los cursos de Mancebo es el de la diversión. “Es fundamental que la gente se lo pase bien cocinando”, asegura el profesor, y ayer los asistentes lo hicieron, por ejemplo, vaciando un fresón y rellenándolo con queso mascarpone y una vinagreta de mango.

Además de ver cómo se prepara la receta y de hacerlo con sus propias manos, los alumnos de los cursos se llevan a casa un recetario con todos los platos que se cocinan en las clases y que, por supuesto, se degustan al finalizar el curso. Lo más complicado de elegir las recetas, concluye Ximo, “es no repetir nunca y eso, después de decenas y decenas de cursos, no resulta nada fácil”.

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