Manuel Villoria: "La ética y la calidad institucional es clave para el desarrollo sostenible de los paises"
El representante de Transparencia Internacional señala que “los jueces que luchan contra la corrupción lo pasan muy mal, solo hay que ver donde hay que juzgar a Carlos Fabra han pasado muchos jueces”, por lo que aboga por crear “un sistema de protección” para los denunciantes de la corrupción en la Ley de Transparencia en trámite en el Congreso de los Diputados
Manuel Villoria, miembro del Comité Ejecutivo de Transparencia Internacional, ha asegurado hoy que “la moral, la ética y la calidad institucional es clave para el desarrollo sostenible de los países”. Así, ha argumentado que “los países que han tenido calidad institucional, tienen respeto por valores éticos, por la legalidad, crecen continuadamente, son competitivos globalmente”, mientras que “los países que no lo hacen puede que tengan picos pero después vuelven a los orígenes”.
En esta línea, Villoria, que ha comparecido en rueda de prensa en la sede del PSPV junto la presidenta del Grupo Parlamentario Socialista de Les Corts, Ana Barceló, ha explicado que los datos actuales sobre la percepción de la corrupción nos llevan a creer que “ahora la corrupción está generalizada, es brutal; pero la gran parte de nuestra corrupción viene de hace 10-15 años en los que todo parecía que estaba lícito; el crecimiento esta asegurado y que todo se podía hacer, saltar todas las reglas para conseguir este crecimiento que llevaría a España a estar entre los países más desarrollados del mundo. No ha sido así”.
Al respecto, ha indicado que “estábamos engañándonos, ya que había todo un sistema de corrupción muy generalizado sobre todo en el nivel urbanístico y local, en zonas costeras y grandes ciudades; y ahora está saliendo todo”. Por ello, ha considerado que “hemos despertado de un sueño falso, creer que este país estaba en una senda de crecimiento ilimitado y que todo lo que tenía que ver con los límites morales, la calidad institucional era secundario. Ahora nos estamos dando cuenta de que la moral, la ética, la calidad institucional es clave para desarrollo sostenible de los países”.
Villora, que se ha referido en estos términos al estudio realizado por la ONG de la que miembro y que ha sido financiado por la Unión Europea, ha asegurado que España “debería estar entre los 20 países más limpios, por sus condiciones económicas, geográficas, culturales; y no el puesto 30 al que se ha llegado desde el puesto 22-23”.
Informe del PSPV
Por otra parte, Villoria ha valorado como un “buen análisis” el que ha realizado el PSPV sobre los efectos de la corrupción en la economía valenciana, porque, como ha comentado, “hay estudios muy consolidados que indican que la corrupción en general incrementa el gasto público, reduce los ingresos públicos y las inversiones internas y extranjeras estables y a largo plazo”; además, ha señalado que la corrupción “es como un impuesto oculto que se pone a las empresas que tienen que pagar para hacer negocio”. “Todo esto genera enormes efectos para la economía, un daño para el crecimiento”, ha apostillado.
Daño al tejido social
El también catedrático de Derecho Público y Ciencia Política. Universidad Rey Juan Carlos ha alertado de que la corrupción además de los efectos económicos negativos revierte en “un daño al tejido social” que desemboca en un “individualismo feroz”, generándose una “desconfianza profunda entre los ciudadanos”. En este sentido, ha afirmado que la corrupción hace “muy difícil desarrollar un tejido social de cooperación que es clave para que se consolide la confianza social”, que también supone “un grave problema para la economía”.
En esta línea, ha advertido que en España la percepción de la ciudadanía sobre la corrupción se sitúa en torno al 90-91%, uno de los índices más altos de Europa, lo que conlleva “una desconfianza profunda en las instituciones. Lo terrible es que esto genera desconfianza entre los ciudadanos”; además, ha alertado de que entonces se cree que “es lícito saltarse las normas”, y eso significa “el desmoronamiento del tejido social”, ha advertido.
Sistema de protección insuficiente para los denunciantes
Por último, y a preguntas de los periodistas, ha indicado que “en este país no se denuncia corrupción porque es, entre otras cosas, costosísimo. Quien denuncia corrupción, si es un funcionario le harán la vida imposible en su departamento. Los propios jueces que luchan contra la corrupción lo pasan muy mal y solo hay que ver donde hay que juzgar a Carlos Fabra han pasado muchos jueces. En general, hasta los diputados que la denuncian lo pasan mal”. Por ello, ha afirmado que “no hay un sistema de protección suficiente” para los denunciantes. En este sentido, ha apostado por que en la Ley de Transparencia que está en el Congreso de los Diputados recoja una protección para los denunciantes, para que “la ciudadanía se implique”.
El silencio de Fabra
Por su parte, la presidenta del Grupo Parlamentario Socialista de Les Corts, Ana Barceló, que ha comparecido en rueda de prensa junto a Manuel Villoria, se ha referido a la decisión del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) de abrir tres nuevas piezas separadas a partir del ‘caso Gürtel’. Al respecto, ha señalado que “el PP guarda silencio, Fabra guarda silencio ante una situación de extrema gravedad”, mientras “la ciudadanía está harta de lo que está escuchando y viviendo”, por lo que ha exigido a “Fabra que dé explicaciones”.
La diputada ha reiterado que el Foro por la Transparencia y contra la Corrupción organizado por el PSPV, y en el que está previsto que está tarde imparta Manuel Villoria la conferencia ‘En defensa de la política. Más ética, mejor gobierno’, es “un foro abierto a la ciudadanía, un espacio abierto de reflexión y debate; y también de compromiso contra la corrupción y por la transparencia”.
