El Ayuntamiento de Manises otorga el VIII Premio Mujer 2010 A toda una vida a la religiosa Sor María García Ibáñez

El Ayuntamiento de Manises otorgó ayer jueves, 4 de marzo el VIII Premio Mujer 2010 A toda una vida. Un reconocimiento que el alcalde de Manises, Enrique Crespo, y la concejala de la Mujer, Alicia Calatrava, han entregado a la religiosa de la Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente Paúl, Sor María García Ibáñez, por su dedicación, a lo largo de seis décadas, al cuidado de los necesitados y por su desinteresada ayuda al prójimo. Un premio éste que el Ayuntamiento creó hace ocho años para valorar la trayectoria de mujeres merecedoras de un reconocimiento público. Según explica el alcalde del municipio, Enrique Crespo, “con este acto premiamos la trayectoria personal y profesional de mujeres que, por su dedicación a alguna causa, su trabajo o su entrega, son merecedoras de un reconocimiento público. Desde aquí mi agradecimiento a las mujeres que han recibido este premio, edición tras edición, y a todas las mujeres que tanto han aportado, en diferentes ámbitos, a nuestra ciudad", añadió el primer edil en Manises, quien dijo de la premiada en 2010 que "hablar de Sor María es hacerlo de las cualidades más bonitas del ser humano, la bondad y la ayuda desinteresada. Desde que Sor María decidió que su camino estaba al lado de los más necesitados, no ha escatimado esfuerzos para ayudar a niños y ancianos. Y justo el hecho de cuidar y querer a los que la rodean la convierte en un pilar en la Residencia San Francisco y San Vicente. Que nunca pierda la chispa que la caracteriza y que contagia a todos. Que la fantasía, la ilusión y los sueños que transmite a los residentes no la pierda nunca, porque los hace felices. Y que sea muy feliz de la forma que más feliz le hace: haciendo felices a los demás".

La concejala de la Mujer, Alicia Calatrava, fue la encargada de dar lectura al acta de entrega del premio, que otorga el Ayuntamiento de Manises a raíz de la propuesta presentada por la antigua Junta de la Casa Residencia de Ancianos de San Francisco y San Vicente, donde desde hace 29 años está destinada la premiada. Un centro sociosanitario perteneciente a Lares CV, la Asociación de residencias y servicios a mayores del sector solidario, donde Sor María presta su ayuda, y es bien querida, desde que llegó a este municipio. Por su carácter amable, su desinteresada entrega y sus años de trabajo por y para los demás, el Consistorio local Sor María García Ibáñez recibió ayer emocionada este galardón que llenó las más de 500 butacas del auditorio Germanías . La edil de la mujer dirigió unas palabras a la premiada y a todos los asistentes y recordó las muchas actividades que "desde la Concejalía de la Mujer hemos preparado con gran ilusión para que disfrutéis de una semana dedicada íntegramente a conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Gracias a todas por vuestro apoyo y respaldo a estas iniciativas y deseo que sigáis participando tan activamente como lo hacéis desde cada una de vuestras asociaciones, porque entre todas aportáis dinamismo y vitalidad a nuestra ciudad".

Una vez la premiada recibió el galardón, una bonita escultura cerámica realizada por el artista Rafael Mora, dirigió unas palabras a los asistentes. "Tantas cosas están haciendo para mí que no sé qué decirles. Sólo que estoy muy agradecida a todos, al Ayuntamiento, a la Comunidad y como no gracias a los ancianos, ya que, gracias a ellos, estamos con ellos y podemos desarrollar nuestra labor. Y por supuesto, gracias a todos los maniseros, para quienes pido un aplauso", afirmó Sor María.

Una actuación musical a cargo de 34 estudiantes y exalumnos de Bachillerato de la banda escolar de percusión del Instituto José Rodrigo Botet, cerró el que fue un emotivo acto.

Sor María García Ibáñez
Sor María García Ibáñez está destinada, desde hace 29 años, en la Residencia San Francisco y San Vicente de Manises, donde es conocida y querida por todos los residentes, que destacan de ella su carácter sencillo y humilde. Nacida en Ontinyent (Valencia) un 26 de diciembre de 1924, Sor María dejó su pueblo natal para seguir la llamada de una vocación que la llevó a ordenarse monja un 10 de octubre de 1950.

Después de una etapa formativa en Valencia, Sor María ha ejercido como religiosa en Madrid y Orense. Previamente a su llegada a Manises, la premiada trabajó en el Hospital General de Valencia, guardando muchísimos recuerdos de cada uno de los lugares donde ha ejercido.

A día de hoy, y a punto de cumplir los 60 años de vocación, Sor María afirma sentirse “feliz y contentísima de haber elegido este camino. Lo mejor de todo es mi vocación y todo me llena de felicidad”. La premiada reconoce que fue toda una sorpresa su nombramiento como premiada y, con una vitalidad radiante y una simpatía desbordante, afirma que “me quedé de piedra. Me llamaron la concejala y el alcalde y no daba crédito, me parecía demasiado”.

Actualmente, Sor María continúa dedicando su día a día al cuidado de los mayores de la residencia, a los que contagia su alegría y su vitalidad. En octubre, la premiada celebrará sus bodas de diamante como religiosa de la Compañía de las Hijas de la Caridad. Lejanos parecen ahora sus inicios, cuando con tan sólo 17 años de edad le llamaba la atención ver, en su ciudad natal, como cuidaban las religiosas de los ancianos en el Hospital Beneficencia de Ontinyent.

Ayer 4 de marzo, a las 19 h. Sor María recibió un reconocimiento a su labor en el acto oficial de entrega del Premio Mujer 2010 A toda una vida.