Concepción García Avellán celebra hoy su 100 cumpleaños rodeada del cariño de sus familiares y amigos
Concha, que vino desde el municipio murciano de Jumilla a Manises por motivos de trabajo, goza de una salud fabulosa y recuerda, con nostalgia, muchos de los momentos vividos a lo largo de este siglo. Hija de José y Josefa, madre de cuatro hijos, María, Juan, Fina y Concha, ella vino a Manises con su marido, Miguel González Tárraga y muy pronto tuvo que luchar duro para sacar adelante sola a sus hijos, ya que su esposo "falleció a los dos años de venir aquí. Era muy bueno. Tuve que trabajar mucho para sacar a todos adelante. Vine a vivir aquí porque la faena en Jumilla estaba muy floja y he tenido que trabajar mucho. Estuve 10 años yendo y viniendo a Francia, de Francia a Manises y de Manises a Francia, para sacar a mis hijos adelante".
En Manises, Concha vivió también un corto periodo de tiempo en el barrio San Francisco y ha trabajado en tres fábricas de cerámica. "Llevando platos, sacando cenizas...". Ahora, la centenaria disfruta de la vida con una sonrisa y mucha alegría. Su hija pequeña, que se llama como su madre, Concha, afirma que una de las aficiones de la cumpleañera es "hacer aguja de gancho. Es muy activa y tiene mucho conocimiento.
Ella anda, va a los jubilados a bailar, le gusta hacer las tareas domésticas como fregar y hacer las camas". Algo que constata la misma homenajeada, " ¡si usted viera lo que estoy haciendo con aguja de gancho! Ahora estoy haciendo unos tapetes divinos. Me levanto temprano, antes que ninguno. Hoy a las 9 de la mañana ya me he ido a la peluquería para arreglarme el pelo y estar guapa en el día de mi cumpleaños. Esta tarde vendrán mis nietas, biznietas, hijas. Tengo una familia que vale millones y estoy muy a gusto en Manises".
Hoy, Concha se sentirá inmensamente feliz cuando, rodeada de todos, tenga ocasión de soplar las velas.