elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià

Manías habituales a la hora de conducir el coche

Manías habituales a la hora de conducir el coche

    Cada conductor tiene sus propias manías a la hora de ponerse al volante de su vehículo. Puede ser desde un pequeño gesto o también movimientos bruscos o conductas agresivas que pueden afectar a la conducción como sacar un brazo por la ventanilla cuando se discute con otro conductor. Manías automáticas que hemos adquirido en los años como conductor y que a veces no podemos controlar y nos cuesta evitarlas.

    Es importante que todos los conductores cumplan siempre las normas de circulación vigentes y que nunca esas manías puedan implicar ningún riesgo para el conductor y el resto de vehículos. Lo más prudente es intentar controlar cualquier gesto que pueda suponer un peligro y evitarlo en futuras ocasiones.  Si no podemos evitar estas manías, debemos intentarlo y si tenemos algún incidente saber que siempre los seguros de coche nos protegen ante cualquier accidente.

    Los profesores de las autoescuelas suelen fijarse en esos vicios que van desarrollando los conductores desde que empiezan su instrucción e intentan corregirlos. Los conductores deben siempre evitarlos si son peligrosos para la seguridad vial y para el propio coche. Y a veces para muchos resulta muy complicado. Os vamos a contar algunas de estas manías que son muy habituales en todo tipo de conductores. 

    Conducir con solo una mano

    El primero que hay que destacar es que muchos conductores tienen la manía de conducir con una mano en el volante y otra en la palanca de cambios. Una de las normas básicas para todo conductor es que siempre hay que llevar las manos en el volante durante la conducción ya sea en trayectos cortos o carretera. Además esta manía suele afectar al buen funcionamiento de la caja de cambios del vehículo ya que se suele estropear la quinta y la sexta marcha.

    No acelerar en cuanto encendemos el coche

    Otra de las manías más habituales es acelerar el vehículo justo al encenderlo, sin dar tiempo a que se caliente. Lo solemos hacer cuando vamos con mucha prisa sin pensar que puede suponer averías. Lo mejor es esperar unos minutos para evitar el desgaste del motor. También no hay que dar acelerones constantes sino ir aumentando la velocidad poco a poco hasta lograr un equilibro. Es importante tener la paciencia suficiente y esperar unos minutos después de arrancar nuestro coche para evitar problemas técnicos y averías a la larga.

    No quemar el embrague

    Otra de las manías más habituales entre los conductores es mantener el pie apoyado en el pedal del embrague. Se suele hacer cuando nos acaban de dar el carnet de conducir y tenemos miedo de que se nos cale el motor. Un gesto que hay que ir evitando cuando ya tenemos más destreza al volante. Este gesto suele suponer el deterioro del embrague del coche e incluso puede afectar a la salud de nuestra pierna que sufrirá por el tiempo que la mantenemos en tensión.

    Un error básico para muchos conductores es también la manía en las paradas de los semáforos de sujetar el coche con el embrague pisado en vez de con el freno ya que también puede suponer una avería para nuestro vehículo a largo plazo. 

    Poner el coche en las bajadas en punto muerto

    Por último, otra de las manías es poner nuestro vehículo en punto muerto cuando estamos bajando alguna cuesta. Un gesto que puede ser peligroso porque impide el control del conductor sobre del coche y podemos provocar un accidente con otro coche o un transeúnte. Además como en el resto de los casos puede implicar averías en nuestro vehículo.

    Evitar estas manías puede ser una de las formas de proteger nuestro vehículo de futuras averías y además suele reducir la posibilidad de poner en riesgo nuestra seguridad y la de otros conductores. Es complicado porque muchas veces los conductores ya las realizan automáticamente pero es importante para garantizar el buen estado de nuestro vehículo durante muchos años.

    Subir