La Vall prepara una exposición sobre la Fábrica Segarra en la sala permanente del Palau de Vivel
La arqueóloga municipal, María Luisa Rovira, ha asegurado que llevan varias semanas trabajando en la nueva muestra porque “tenemos mucho material de la Fábrica Segarra y hay muchas formas de darlo a conocer”. Para Rovira “hay fondos importantes para exponer”.
Así pues, la arqueóloga vallera no ha querido desvelar qué elementos conformarán la nueva exposición aunque ha indicado que en la muestra se podrán observar ejemplares de la revista “Escuela de aprendices” o una parte de la Biblioteca Segarra.
Para Rovira la muestra viene motivada “por todo lo que supuso la Fábrica Segarra en la Vall y en toda España porque traspasó la barrera local”.
El Archivo Segarra sigue sin abrirse al 100%
Asimismo, Rovira ha indicado que el Museo de Arqueología Municipal dispone desde 1992, año en que cerró definitivamente el imperio vallero del calzado, del Archivo Segarra. “Una parte se abrió pero otra continúa cerrada”, ha explicado la arqueóloga que ha afirmado que durante dos años se estuvo trabajando en todo el fondo del archivo que está a disposición de los interesados en el mismo museo, situado en la avenida Jaime I.
En 1913 se fundó la empresa Silvestre Segarra e Hijos, sobre los éxitos obtenidos en las subastas del ejército, alcanzando muy pronto una producción de 10.000 pares diarios. Así pues, la clientela militar, la gran tradición artesanal de la familia y un capital de 115.000 pesetas de la época, decidieron los orígenes de la mayor empresa española del ramo, que en 1915 contaba ya con 700 operarios. A mediados de nuestro siglo, la actividad alpargatera había alcanzado su cima con 67 establecimientos y una producción de 3.800.000 pares. Pero a partir de 1950 la actividad alpargatera experimento un notable y continuado descenso.
La fábrica ocupaba un espacio de 300.000 metros cuadrados y en él se construyó un economato, una clínica -reabierta en 2009- y un barrio, la Colonia Segarra.
