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Once calles del municipio llevarán el nombre de valleros distinguidos por su trayectoria laboral y social

Once calles del municipio llevarán el nombre de valleros distinguidos por su trayectoria laboral y social
  • Cuatro calles más tendrán por nombre La Sagrada Familia, Juan Pablo II, Miguel Hernández y Manos Unidas

El concejal de Urbanismo y portavoz del grupo municipal popular, Óscar Clavell, ha explicado en rueda de prensa los puntos más importantes a tratar en el pleno municipal ordinario correspondiente al mes de marzo que se celebrará esta tarde.

Clavell ha destacado la concesión de la distinción con la denominación de una calle, en aplicación del Reglamento de Honores y Distinciones, a once personas de La Vall; y cuatro calles más para Manos Unidas, Juan Pablo II, el poeta Miguel Hernández y La Sagrada Familia.

En cuanto a los once nombres restantes, el edil popular ha destacado que “para poner su nombre a una calle se ha tenido en cuenta su trayectoria personal, laboral, cultural o social, y los once han sido personas que hay desempeñado una magnífica labor dentro de estos ámbitos”.Todas estas calles estarán ubicadas en dos urbanizaciones: Sumet II, y el Área 9.

En concreto, los nombres de las calles son para Guilermo Segarra, médico pediatra; Teresa Martell, matrona que ayudaba a las mujeres a dar a luz en casa; Enrique Sorribes, que fue director de la Caja Rural San Isidro, recordado por su labor social con préstamos para adquirir viviendas; Joaquín Rebollar, juez de Paz; Juan Aragó, alcalde entre 1942 y 1949 que, entre otras cosas, construyó las “casetas de los maestros” y el edificio del Mercado Público en la avenida Corazón de Jesús; el pintor Onésimo Fuertes; el escritor Manuel Ferrer; el que fue presidente del Valencia C.F. Arturo Tuzón; Vicente Diago Nebot, que fue director del IES Honori García.; Eleuterio Abad, alcalde desde 1957 a 1973, que inició la apertura de las Grutas de San José (hoy en día primer reclamo turístico de la ciudad), construyó la primera piscina municipal y, entre otras muchas cosas, creó también los barrios Toledo, La Unión y Carbonaire; y, por último, José Solernou, alcalde desde 1972 a 1978 que, entre otras cosas, consolidó la Gala del Deporte Provincial y fundó la Feria del Libro de Castellón.

Para Óscar Clavell, “todas estas personas, independientemente del momento histórico que les tocó vivir, hicieron muchísimas cosas por el progreso y la modernización de nuestra ciudad, y por eso tenemos el convencimiento de que merecen que una calle lleve su nombre”.

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