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Las Fiestas de la Sagrada Familia y Santísimo Cristo muestran su cara más social

    Son diversos los aspectos que se enmarcan dentro de unas celebraciones patronales. Una programación siempre amplia que incluye actos diversos de diferente índole: culturales, religiosos taurinos o infantiles. Sin embargo, nunca se deja atrás el apartado social, el contacto directo con las personas que son, en definitiva, las que conforman el espectro más importante de las fiestas.

    En la Sagrada Familia y Santísimo Cristo ha sido así todos los años y, la mayor parte de las mañanas, se han dedicado a practicar el recodeo con otras asociaciones de la ciudad. Y, como no podía ser de otra manera, no se han olvidado de los más débiles ni necesitados.

    Han estado en el Hogar Sagrada Familia de la Tercera Edad, así como en el centro de enfermos de Alzheimer, el Convento de las Hermanas Clarisas o la residencia Santa María.

    En cada uno de estos lugares, han encontrado historias diferentes. Todas, llenas de sentimiento.

    La sonrisa de un anciano muestra la alegría de saber que nadie le olvida.

    También en el aspecto social, se enmarca la cena de gala. Una noche donde la reina es la protagonista y la actual, Elena Mingarro, también ha tenido la suya.

    Fue un acto al que acudieron todos los miembros de la directiva, de la comisión, así como familiares y amigos de la joven que, precisamente, ese día cumplió la mayoría de edad.

    Durante el transcurso de la velada, los protagonistas intercalaron regalos y, como suele ser costumbre, se entregó la insignia de oro y brillantes a la persona que se considera como el empresario del año.

    En esta ocasión, el pin ha recaído sobre la joven Isabel Talamantes, que se mostró feliz del galardón.

    Más actos sociales y, a la vez populares, son los encuentros gastronómicos. Después del primer concurso de paellas celebrado ayer, esta noche más de dos mil personas se han vuelto a reunir en la plaza del Peral para degustar el empedrao.

    Una tradición que no falta y que, además, es el nexo de unión entre los vecinos de un barrio.

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