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La hostelería de La Vall d'Uixó se harta y dice "basta"

La hostelería de La Vall d'Uixó se harta y dice "basta"
  • Exigen poder volver a trabajar porque "hemos cumplido todas y cada una de las normas en nuestros establecimientos"

El sector hostelero de La Vall d'Uixó se harta y afirma que "estamos unidos frente a la gran injusticia con que se está tratando a nuestro sector, independientemente de temas políticos. No toleramos que se nos utilice desde ninguna ideología, ni que se pretenda dividirnos. Somos un sector muy diverso, pero tenemos muy clara cuál es nuestra reivindicación y nuestro objetivo común".

Consideran que han llegado a "una situación insostenible y merecemos que se nos escuche".

"Representamos uno de los sectores con más peso en la economía local, generando nuestros propios puestos de trabajo, así como los de tantos trabajadores y trabajadoras que nos acompañan en nuestros negocios; no somos solo hostelería, nuestros proveedores también nos acompañan", explica el comunicado del sector.

Se hartan: "Basta ya de medidas ineficaces y ayudas insuficientes, queremos poder trabajar con dignidad, sin ser señalados ni utilizados políticamente; hemos cumplido con las medidas impuestas por las autoridades, a las que hemos instado a que garanticen la igualdad de condiciones para todo el sector. Sólo hemos actuado según se nos ha permitido. De nada sirve poner una norma, si no se puede velar por su cumplimiento, y una vez fracasada, echar la culpa a los hosteleros".

Llevan tiempo solicitando ayudas a la administración local para poder suplir las carencias de administraciones superiores, pero explican que "nos merecemos tener que mendigar, solo queremos poder trabajar".

También saben ser agradecidos con algunas medidas que sí han llegado, pero "son insuficientes y no nos garantizan la supervivencia de nuestros negocios, el sustento de nuestras familias".

Creen que "se nos ha señalado y nos declaramos culpables. Sí, culpables. Culpables de haber cumplido con las restricciones, de adaptarnos una y otra vez a ellas con rapidez, de haber reducido aforos, de tener siempre gel hidroalcohólico, de higienizar cada mesa y cada silla cada vez que son usadas, de ventilar nuestros establecimientos, de velar por el cumplimiento de las normas por parte de trabajadores y clientes, de seguir pagando impuestos pese a no poder apenas trabajar, eso y mucho más, con la incertidumbre permanente de que quienes nos gobiernan vayan a tomar decisiones que nos sigan perjudicando".

Lanzan este mensaje a la deseperada: "No basta con que nos oigáis, nos tenéis que escuchar. Nos lo merecemos".

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