Una fecha histórica
El 12 de abril de 2007 se produjo el hermanamiento oficial entre las dos fiestas, una vallera y la otra mexicana en honor al patrón de San Vicent Ferrer
Ya han transcurrido casi un año de la visita de miembros de la localidad mexicana de Juchitán en las pasadas fiestas de San Vicent Ferrer y también del acto histórico que dio pie al hermanamiento entre las dos fiestas que comparten el mismo patrón cuando se firmó un documento por los principales representantes de Juchitán y el presidente de las fiestas de San Vicent de la Vall, don Bernardo Esbrí.
Ahora este acto se formaliza después del pasado pleno del día 27 de febrero donde los 21 concejales votaron por unanimidad el hermanamiento con la ciudad de Juchitán. En él, la alcaldesa del municipio, Isabel Bonig recordó la importancia que representa el Patrón de San Vicent Ferrer para ambas localidades, todos los contactos que se han establecido desde el descubrimiento de la noticia, así como su primera visita al municipio de la Vall y ahora la nuestra a su localidad el próximo mes de mayor para formalizar el hermanamiento.
Por otra parte cabe hacer la vista atrás y saber de dónde procede la historia de ambas ciudades. La localidad de Juchitán (México) veneraba a San Vicent Ferrer (conocido como San Vicente Gola, o El Grande), pero a raíz de unos contactos telefónicos entre le reverendo Don Arturo Herrera, párroco del municipio y el licenciado Mario López, que ayudó ala recuperación de la imagen del santo después de 94 años desaparecida. Con el intercambio de informaciones entre la ciudad de la Vall y Juchitán surgió la idea de hermanamiento que se vio formada con la visita de parte de la delegación de esta localidad en las fiestas pasadas de San Vicent Ferrer en la Vall.
También cabe apuntar que la fiesta en honor a San Vicent Ferrer fue declarada en 2003 de Interés Turístico Nacional, y adquirió “Carácter Universal” en el acto donde, el presidente de la Asociación Arqueológica de la Vall, Don Vicente Falcó, quién apuntó que este acto le permitió poner “una pica en Flandes “, como se dice, a favor del hermanamiento. Además, Falcó recibió ese año el premio “vicentet” al mérito cultural porque él fue quien mantuvo el contacto continúo con el licenciado Mario López durante más de cuatro años y quien los acogió en su estancia en el municipio.
