El Sindicat se llenó para disfrutar del teatro clásico
El pasado viernes 15 de enero por la tarde el teatro El Sindicat de La Nucía acogió la representación teatral “Dos entremeses y medio” de Pollux Hernúñez. El Sindicat se llenó de público de todas las edades para disfrutar de esta obra del siglo de Oro del Teatro español. Esta actuación teatral, organizada por la Concejalía de Cultura, tuvo entrada libre y gratuita.
Con esta actuación teatral, llena de humor, La Nucía conmemoró el IV Centenario de la muerte de Cervantes. Una representación que hizo reír al numeroso público del Sindicat con las peripecias de los personajes retratados por Miguel de Cervantes y Lope de Rueda.
Dos Entremeses y medio
Se trataba de una producción teatral con dos entremeses de Cervantes –La guarda cuidadosa y El viejo celoso- y un paso de Lope de Rueda –El médico simple- que se unen en una actuación teatral divertida, alegre y optimista con el aire del teatro de formato menor del Siglo de Oro. Además los autores retratan situaciones de su época que son equiparables a las de la sociedad actual. Esta actuación cuenta con la participación de los actores del Máster en Arte Dramático Aplicado de la Universidad de Alicante.
Entre el público que asistió al Sindicat, cabe destacar la nutrida asistencia de los alumnos de Teatro del Instituto de La Nucía.
8 actores
“Dos entremeses y medio” está producida por John Sanderson con música original de Raúl Ruiz. Esta representación teatral cuenta con la participación de 8 actores: Luis Ricardo Gaitán que interpreta al Zapatero, Juan Carlos Gascón que da vida al Sacristán, Noelia Lombard en el papel de Mujer, Ricardo Molina como Mercero, Mariola Moya como Cristina, Minerva Ñíguez en el papel de Mozo, Paco Peraile de Soldado, Raúl Ruiz de Ciego, Sergio Sempere de Amo y Sonia Sierra de Ama.
Además a los ocho actores, con vestuario inspirado en la época, se sumó actuando en una colaboración especial Juan Luis Mira -autor y director teatral reconocido-. Precisamente Mira hizo de hilo conductor, entre cada uno de los entremeses de Cervantes y antes y después del paso de Rueda con un recitado lleno de guiños graciosos, con texto cantado con una guitarra y vestido como un ciego trovador del siglo de Oro.
