Lamparero: “La reducción de las emisiones odoríferas es necesaria para el mantenimiento de las explotaciones ganaderas”

El director general para el Cambio Climático, Jorge Lamparero, ha asegurado esta mañana que “es fundamental que los productores ganaderos comprendan que, la reducción de las emisiones odoríferas es necesaria para el mantenimiento de la actividad a largo plazo y que, únicamente comprendiendo la problemática odorífera, podemos obtener soluciones satisfactorias para ambas partes”.

Lamparero ha realizado estas declaraciones con motivo de la presentación de la Guía Técnica para la Gestión de las Emisiones Odoríferas en las explotaciones ganaderas intensivas. Esta publicación, fruto de dos años de trabajo y colaboración entre la Universidad Politécnica y la conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, “se podrá consultar en los próximos días a través de la página web de la Conselleria”, ha anunciado el director general.

“La guía –ha continuado- pretende profundizar en el estudio de la evaluación de la contaminación generada por este tipo de emisiones pretende profundizar en el estudio de la evaluación de la contaminación generada por este tipo de emisiones, e impulsar las buenas prácticas de reducción de las molestias por malos olores dirigido a agricultores, ganaderos y demás empresas vinculadas”.

“Es decir estamos ofreciendo a todos los agricultores y ganaderos una herramienta que les va a resultar muy útil para la gestión de los malos olores en sus instalaciones”, ha asegurado el director general para el Cambio Climático.

Y es que las instalaciones ganaderas y la aplicación agronómica de estiércoles y purines poseen un elevado potencial contaminador desde el punto de vista odorífero. El número de quejas por malos olores se ha incrementado en los últimos años como consecuencia de la progresiva intensificación de la ganadería y de la evolución de la dinámica poblacional de las zonas rurales.

Los olores desagradables, como los procedentes del estiércol, son a menudo considerados como emisiones molestas. En zonas donde la actividad ganadera es económicamente relevante, “es necesario encontrar soluciones adecuadas a la polémica de los olores ganaderos y esta guía puede ser el elemento fundamental para lograr este objetivo”, ha significado Lamparero.

Composición de olores

Los olores ganaderos están formados por una mezcla compleja de gases, compuesta por entre 80 y 200 sustancias volátiles y material particulado. Principalmente existen tres fuentes generadoras de malos olores: los alojamientos ganaderos, donde los animales son confinados y los estiércoles y purines son recogidos y almacenados temporalmente; la gestión de estiércoles y purines, incluyendo las operaciones de almacenamiento, transferencia y tratamiento de las deyecciones; la aplicación a campo de estiércoles y purines.

A pesar de que parezca una cuestión sencilla de abordar, se trata de un contaminante tremendamente complejo. La emisión, dispersión (movimiento) y respuesta humana al olor depende de un gran número de factores, como son: el proceso de formación, liberación a la atmósfera, las condiciones ambientales, la topografía del terreno, exposición y la respuesta o evaluación.

“De ahí, que esta publicación se va a convertir en una nueva herramienta de trabajo para todas las instalaciones y contribuirá a mejorar el comportamiento ambiental de todas ellas”, ha concluido el director general.