Juan Pablo II nombró 20 obispos valencianos, beatificó a 255 sacerdotes, religiosos y seglares de la archidiócesis y canonizó a un fraile de Xàtiva
A lo largo de sus 26 años de pontificado
El beato Juan Pablo II, que será canonizado este domingo en Roma, nombró un total de 20 obispos valencianos para diferentes diócesis españolas o del extranjero a lo largo de su pontificado, desde 1978 hasta 2005, según han indicado hoy fuentes del Arzobispado.
De igual forma, Juan Pablo II beatificó a lo largo de su pontificado a un total de 255 sacerdotes, religiosos y religiosas así como seglares valencianos, de ellos 233 en una misma ceremonia el 11 de mazo de 2001 durante una solemne misa en la plaza de San Pedro que constituyó la beatificación más numerosa de la historia de la Iglesia, han añadido.
En sus 26 años al frente de la Iglesia, Juan Pablo II nombró al frente de la archidiócesis de Valencia en 1992 a monseñor Agustín García-Gasco. Igualmente, designó a de siete obispos auxiliares en la diócesis de Valencia: monseñores Santiago García Aracil, José Vilaplana Blasco, Rafael Sanus, Jesús Catalá, Jesús Murgui y Esteban Escudero. Los últimos nombramientos de sacerdotes como nuevos prelados valencianos por el papa Juan Pablo II fueron los de monseñor Enrique Benavent también como obispo auxiliar de Valencia y monseñor Vicente Juan Segura como obispo de Ibiza.
También designó a varios sacerdotes valencianos como cardenales, arzobispos u obispos en distintas diócesis españolas. Así, Juan Pablo II nombró a Ricardo María Carles cardenal arzobispo de Barcelona y a monseñor Antonio Cañizares primer obispo de Ávila, más tarde arzobispo de Granada y por último arzobispo de Toledo y primado de España. El último nombramiento de un arzobispo valenciano por Juan Pablo II fue el de monseñor Manuel Ureña como titular de la archidiócesis de Zaragoza.
Otros valencianos nombrados obispos por Juan Pablo II fueron monseñor José Gea, obispo de Mondoñedo-Ferrol; monseñor Juan Antonio Reig, de Segorbe-Castellón; monseñor Antonio Vilaplana, obispo de León; monseñor Javier Salinas, obispo de Tortosa y anteriormente de Ibiza; monseñor Agustín Cortés que sustituyó al anterior como obispo de Ibiza y después fue obispo de Sant Feliu de Llobregat; monseñor Juan Piris, obispo de Menorca y monseñor Jesús Pla que fue obispo de Sigüenza-Guadalajara.
De igual forma, en el extranjero, el pontífice polaco nombró a monseñor Juan Oliver, nuevo obispo coadjutor del Vicariato de Requena, en Perú y a monseñor Pablo Varela, obispo auxiliar de Panamá.
255 beatos valencianos y un santo
Además, Juan Pablo II beatificó a lo largo de su pontificado a un total de 255 religiosos y seglares valencianos y canonizó en 1988 a un fraile dominico natural de Xàtiva, San Jacinto Castañeda, (1743-1773), mártir en Vietnam.
De los valencianos beatificados, la mayoría de ellos, 226, fueron elevados a los altares en la que constituyó la mayor beatificación colectiva de la historia. Fue presidida por el Pontífice en Roma en 2001. En la ceremonia fueron declarados beatos un total de 233 mártires españoles de la persecución religiosa de 1936. Dentro del grupo de los nuevos beatos valencianos figuraron 37 seglares y, entre ellos, varios que se convirtieron en los primeros profesionales de sus respectivas actividades laborales en ser elevados a los altares.
Juan Pablo II fijó el 22 de septiembre como fiesta litúrgica de los 233 mártires que beatificó al ser el día y el mes en que se produjeron el mayor número de martirios en Valencia durante la persecución religiosa de 1936.
Asimismo, fue beatificada por el Pontífice la religiosa valenciana Juana María Condesa Lluch fundadora de la congregación Esclavas de María Inmaculada. La ceremonia tuvo lugar en Roma en 2003. De igual modo, en 2004 Juan Pablo II beatificó a la religiosa valenciana Piedad de la Cruz, fundadora de la congregación de las Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús.
También fue declarada beata por el Papa, en 1988, la seglar Josefa Naval Girbés, nacida en Algemesí. En 1995, Vicente Vilar, laico natural de Manises, fue beatificado también junto a un total de 17 religiosas de la congregación de las Hermanas de la Doctrina Cristiana de Mislata y tres religiosos mártires valencianos miembros de las Escuelas Pías.
Igualmente, en 1992 el Papa declaró beatos a 5 mártires valencianos, tres de ellos religiosos claretianos: José Amorós, José Blasco, Eduardo Ripoll y los otros dos, pertenecientes a la orden hospitalaria de los Hermanos de San Juan de Dios; Julián Carrasquer y Antonio Sanchis.
