Santa Cecilia recibe los más altos honores en un fin de semana cargado de música

“El homenaje que Godella ha rendido a Santa Cecilia ha estado a la altura de un pueblo que vive la música como parte inherente de su esencia y a la de una sociedad como la del Casino Musical de Godella y la de las Amigas de la Música que se vuelcan, año tras año, con esta celebración”. Ése fue el balance final de toda una semana de actos que hizo el concejal de Cultura, Ferran Vilella, quien participó activamente como músico y miembro de la entidad cívica más antigua de Godella. Desde el pasado 4 de noviembre, la programación de Santa Ceciclia ha copado la actividad cultural de la localidad pero ha sido éste el fin de semana neurálgico con hasta cuatro actuaciones musicales de distinta índole. El viernes, la primera planta del Casino Musical de Godella hizo pasar por el escenario una importante representación de los músicos de la banda y la orquesta en un concierto de cámara que se transformó en sesión de jazz, blues,… para acabar como sorprendente audición de swing. Júlia Ferriol, Tomás Martínez, Jesús Blasco, María Fernández y Clara Jorge abrieron la velada con la “Ifigenia en Tauride” y “La vida es bella”. Con una pequeña variación en el programa, Andreu Climent y Mar Torró tomaron el relevo con sus flautas antes de que Ferran Vilella y Marc Celma se adentraran en el mundo de los “Adagios para obeoe y basso continuo”. La noche entró en un punto sin retorno cuando, hasta cinco saxos, desfilaron conjuntamente por la sala en un inverosímil diálogo musical cargado de humor. Andreu Climent y Manolo Valls fueron los primeros en ocupar la parte central de la tarima con un Dúo Saxo-Blues al más puro estilo Bob Mintzer. Retiradas ya las gafas de sol, María Benvanet, Eva Redondo y Eduardo Sancho acapararon el protagonismo junto al showman Manolo Valls y con la suite Helénica de Pedro Iturralde arrancaron sonrisas y hasta carcajadas del respetable. El listón había quedado muy alto cuando las 8 Domisol Sister’s dejaron expectantes al personal con un atuendo americano de los 50 y una puesta en escena impecable. La expectación se tornó increduilidad y la incredulidad, admiración cuando empezaron a interpretar con la única ayuda de sus voces (y algún que otro cachibache ocasional) las Lullaby of Broadway, Jamaica Farewell, Pennsylvania 6-5000 o Rum & Coca-cola, entre otras.

El sábado, recuperados ya de emociones, el contraste fue radical, sin perjuicio de la calidad. La Iglesia de Sant Bertoméu acogió el concierto de la Orquesta del Casino Musical de Godella dirigido por la concertino Pilar Mor y narrado por el actor local, Antonio de Padua. El concierto, con un tono latino muy remarcado arrancó con una obra compuesta por uno de los propios músicos del Casino, Jesús Blasco. Tras la Danza, Fueron las obras más emblemáticas de Manuel Penella y de Isaac Albéniz las que hicieron el recorrido por Valencia primero, y por España después. En la segunda parte de la audición, los tangos, las milongas y las habaneras permitieron cruzar el charco metafóricamente a las cerca de 200 personas que llenaron el recinto. No hizo falta, prácticamente, retirar las sillas de los músicos pues la misa de la mañana del domingo, dedicada a Santa Cecilia, estuvo amenizada, nuevamente, por la orquesta y el coro del Casino y por el coro de Sant Bertoméu. Tras la tradicional misa en honor a la patrona de la música, las Amigas de la Música, diferentes concejales del consistorio y el propio alcalde del municipio, Salvador Soler, recorrieron las calles de la localidad siempre acompañados por la música de la Banda del Casino Musical de Godella.

En el itinerario, la comitiva realizó paradas en todas las vías con nombre de artista, músicos y pintores fundamentalmente (unos veinte en total), para colocar una corona de laureles y disparar una traca.