Godella cierra el círculo de los actos de conmemoración del centenario de Bronchú
En Godella empezaron y en Godella se cerraron los actos de homenaje a Salvador Rodríguez Bronchú con motivo del centenario de su nacimiento. Probablemente tal y como el pintor hubiera deseado. El pasado mes de junio, la Nit dels Palmitos Blancs dedicó parte de su espectáculo a conmemorar el acontecimiento dando así el pistoletazo de salida a toda una serie de actos que concluyeron el sábado en el Centro de Arte Villa Eugenia con la presentación del libro de Antonio M. Herrera, titulado «Mirada a una mirada».
El acto organizado por la propia familia del artista y por el Taller de Historia Local contó con la colaboración del Ayuntamiento de Godella. Eva Sanchis, alcaldesa en funciones en sustitución de Josep Manel San Fèlix –que excusó su ausencia por encontrarse en viaje oficial a Noisy le Roi– introdujo el acto agradeciendo a Salvador, Enrique y Guillermo, los hijos del Pintor de Godella, tal y como el propio Bronchú se definía, «el gran esfuerzo realizado para recuperar una importante muestra de la extraordinaria obra del artista y que todos los godellenses pudimos disfrutar en la sala de exposiciones de las Atarazanas de Valencia».
Ciento un cuadros se expusieron en aquella muestra ofrecida por el Ayuntamiento de Valencia a los que acompañaron los poemas de Antonio M. Herrera. Precisamente esos poemas formaron parte del libro-catálogo «Mirada a una mirada» que se presentó en Godella y los beneficios de cuya venta se destinarán a Cáritas Valencia.
Enrique Rodríguez-Bronchú fue el encargado de presentar a su padre con un breve y apasionante recorrido por la vida del pintor que, a su vez fue el hijo del, también pintor, Francisco Rodríguez Cabanes y discípulo de Juan Belda. Considerado como heredero de la pintura impresionista de Ignacio Pinazo Camarlench, así como del estilo de José Navarro Llorens, Bronchú forma parte de los grandes pintores valencianos del siglo XX.
A continuación, Herrera, explicó el proceso de elaboración de los poemas y las vicisitudes con que se encontró en el «estimulante viaje de ponerle letra a 53 obras de Bronchú». Por último, él mismo y los rapsodas Mar Cano, Enric Peris y Enric Albiach recitaron para todos los asistentes una selección de las poesías acompañadas de la proyección de su obra inspiradora.
