Las voces que conmovieron Godella
Treinta voces privilegiadas invadieron Villa Eugenia y emocionaron a un auditorio con un repaso a buena parte del repertorio coral religioso y popular de los dos últimos siglos. La sección femenina del Cor de la Generalitat, junto al pianista Francisco Hervás, dirigida por Francesc Perales explotó la acústica del edificio modernista, referencia desde su rehabilitación, de la cultura de la comarca. “Hemos dado un salto que nos sitúa ya en la primera línea de la cultura del País Valencià –comentó el concejal de Cultura y Comunicación, Ferran Vilella-, mientras otros han ido metiendo la tijera, nosotros hemos ido consolidando un proyecto de pueblo sostenible, solidario y artístico; hasta el punto de que estamos programando lo que en otros tiempos tan sólo tenía cabida en las capitales”.
La audición se dividió en dos partes. La primera comenzó apasionada y dramática, con ‘El Señor es mi pastor’ y el ‘Canto fúnebre’, de Franz Schubert. A continuación, Mendelsson-Bartholdy ofreció su ‘Gruss’ –Saludo-, para dar la bienvenida a los asistentes y Schumann continuó con las melodías optimistas de ‘Aquarius’ y ‘Meerfey’. El canto desgarrado de Johannes Brahms y su ‘¿Hasta cuándo Señor, me olvidarás?’ sirvió para alcanzar el descanso.
La segunda parte arrancó con las canciones populares de Joaquín Nin. Una castellana, catalana, gallega y asturiana que adentraron al público en las músicas tradicionales españolas. Con ‘Mi amado moraba en una tierra del norte’ y ‘Como torrentes de verano’, de Edward Elgar anunciaron la recta final y con el compositor contemporáneo Francis Pott se ganaron definitivamente la ovación del público. ‘¿Quién es este joven caballero que llega de la batalla?’ y ‘Destilad cielos como rocío de lo alto’ fueron las piezas con las que cerraron el concierto.
