Los 20 menores del centro reeducativo Pi y Margall exponen un belén en la Ciudad de la Justicia de Valencia
Los chavales que han trabajado en el belén son 19 chicos y una chica, con edades comprendidas entre los 14 y los 21 años, aunque la media ronda los 17 años y medio. Son menores que en su mayoría han sido ingresados en el centro por delitos de robo con violencia e intimidación. Por nacionalidades, 16 de ellos son españoles, otros dos de origen marroquí y los dos restantes colombianos.
La consellera de Justicia y Administraciones Públicas, Paula Sánchez de León, subraya la motivación que supone para los menores un trabajo artístico como este, o como la reciente exposición de trabajos realizados en trencadís por los internos del centro reeducativo Pi Gros de Castellón, que “les ayuda a sentirse útiles en la sociedad y es un claro reconocimiento a su esfuerzo y su total implicación” .
Dada la terapia especializada que requieren estos chicos, son muchos los talleres que se les ofrece desde el centro, que ya ha realizado 142 atenciones desde su apertura, en marzo de 2002, para trabajar la integración en todos los sentidos.
En esta línea, Sánchez de León, recalca la importancia de que estos menores “puedan demostrar que son capaces de realizar actividades normales, trabajar en equipo de forma coordinada y que la gente pueda admirar además el fruto de su trabajo, como en este caso el belén expuesto en la Ciudad de la Justicia, en el que han estado varios meses trabajando”.
Habilidades sociales
“Además de los talleres manipulativos como este en concreto, o los talleres de educación sexual y educación vial –apunta la consellera- los menores participan en otros muchos talleres que potencian las habilidades sociales, en los que aprenden a resolver cuestiones de la vida cotidiana, como la economía doméstica, acudir a buscar empleo a una oficina del Server, abrir una cuenta bancaria o renovarse el Documento Nacional de Identidad”.
La consellera destaca además que estos 20 menores quedaron recientemente los terceros en un concurso convocado por la Asociación Fundación Tolerancia Cero, con un taller en el que se fomentaba la integridad de las personas, independientemente de su raza o sexo.
El centro Pi y Margall, que es uno de los siete repartidos por toda la Comunitat cuenta con 4 coordinadores, 28 educadores, una psicóloga, un trabajador social, una persona que trabaja en la inserción socio-laboral de los menores, dos enfermeras, un psiquiatra y un médico especializado en conductas adictivas, además de cocineros y personal de seguridad.
