La Generalitat Valenciana aprueba un aval de 200 millones que garantiza la continuidad de la SGR
El aval de la Generalitat garantiza una operación de refinanciación en la que participa un pool bancario de hasta 23 endidades de crédito
La posición riesgo de la Generalitat frente a la SGR no podrá superar en ningún momento el 50% de los riesgos avalados por la entidad
El plan de reestructuración de la SGR establece restricciones a la actividad avalística durante los próximos cinco años, tanto en volumen de nuevas operaciones como al riesgo vivo de la sociedad
La Comisión Delegada de Hacienda y Presupuestos de la Generalitat Valenciana ha aprobado, en la reunión mantenida esta misma mañana, un aval por importe de 200 millones de euros que permite la continuidad de la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) de la Comunitat Valenciana.
El aval aprobado por la Generalitat incluye una condición resolutoria que condiciona su validez a la decisión que adopte la Comisión Europea en próximas fechas. De este modo, si el aval es calificado por la autoridad europea como ayuda de Estado no compatible, o la sociedad tiene que liquidarse como consecuencia de la decisión de las autoridades europeas, el aval dejará de tener efecto.
Aún a expensas de esta decisión, la operación de financiación se podrá formalizar en breves fechas gracias al preacuerdo de reestructuración de su deuda alcanzado con un pool bancario, compuesto por hasta 23 entidades.
Para la consecución del citado aval, la SGR ha presentado un plan de viabilidad de su proyecto de futuro, el cual ha sido revisado y contrastado por el Banco de España y con el visto bueno del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. En él se establecen, con criterios de prudencia, las líneas estratégicas de su actividad como avalista durante los próximos 5 años, estableciéndose una senda de asunción de nuevos riesgos con límites tanto al volumen de nuevas operaciones como al riesgo vivo de la sociedad.
Asimismo, para asegurar el cumplimiento del plan de reestructuración se han establecido por parte de la Generalitat mecanismos de control de la actividad de la SGR en dos niveles. Por una parte, el IVF ejercerá las funciones de supervisión y control permanente sobre la entidad, y adicionalmente se nombrará un supervisor externo (monitoring trustee), que desde la independencia de un tercero, supervisará el cumplimiento del citado plan. El supervisor externo deberá ser un profesional independiente, con los conocimientos y experiencia adecuados en el sector financiero, cuya designación deberá someterse a la aprobación del IVF.
Por último, se establece una limitación en cuanto a los riesgos cubiertos por garantías públicas de la Generalitat dentro del total de los riesgos avalados por la SGR. De este modo, en ningún momento de la operación, el total de los riesgos garantizados por la Generalitat podrán superar el 50% de los riesgos totales avalados por la SGR.
Continuidad empresarial
La firmeza por parte de la Generalitat en garantizar la viabilidad de la SGR ha sido una de las claves a la hora de la resolución de la situación existente, ya que su continuidad permite mantener la actividad de más de 9.000 empresas socias, en su mayoría PYMES, las cuales han aportado 78,6 millones de euros al capital de la sociedad. Además esto conlleva el mantenimiento de sus avales lo cual les permite seguir con su actividad y mantener miles de puestos de trabajo, fundamentales en un momento de crisis económica como el que se está atravesando en la actualidad.
La consecución de esta reestructuración financiera va a permitir evitar un importante quebranto para la Generalitat, en base a los riesgos reavalados que mantiene actualmente en la SGR, y a los que debería hacer frente en un escenario de liquidación de la sociedad.
Se evita también el perjuicio a la reputación de la Comunidad Valenciana, y de las autoridades supervisoras de la sociedad, cosa que hubiera sucedido si se hubiera llegado a la liquidación de la que en su día fue la primera SGR por tamaño a nivel nacional.
La nueva situación de la SGR va a permitir retomar su actividad de avalista de forma paulatina y prudente, con el fin de consolidar un nuevo modelo de gestión para la SGR. Recuperando de este modo un instrumento de financiación específico para Pyme's, que puede ser de gran utilidad en un entorno de recuperación del crédito y de la actividad productiva de nuestra Comunitat.
