La Generalitat ha realizado 60 diagnósticos a menores para valorar posibles abusos sexuales
El Servicio de Atención Psicológica a Menores Víctimas de Abusos Sexuales y Menores Agresores realizó durante el primer semestre de este año un total de 60 diagnósticos a menores para valorar si han sido víctimas de abusos sexuales. Asimismo, se han realizado 1.014 sesiones de tratamiento y 44 comparecencias judiciales.
El servicio, dependiente de la conselleria de Justicia y Bienestar Social, está gestionado por el Instituto de Psicología, Sexología y Medicina ‘Espill’, y atiende a los menores de la Comunitat Valenciana que han sido víctimas de abusos sexuales y a menores perpetradores y a sus familias y/o educadores.
La directora general del Menor, Carolina Martínez, ha manifestado que este recurso de la Conselleria “va destinado a la prevención, diagnóstico y tratamiento de los menores de toda la Comunitat Valenciana que han sido objeto de abusos sexuales, así como a la atención y orientación de toda la familia”.
Compuesto por psicólogos que realizan entrevistas, tratamientos y peritaciones psicológicas, y un profesional médico que asesora en cuestiones relacionadas con la clínica médica, el Servicio actúa en los supuestos que tengan por base conductas sexuales sobre menores tales como abusos, agresiones sexuales y explotación sexual de todo tipo, y tanto si el menor es la víctima como el perpetrador.
Protocolo de actuación
De los 60 diagnósticos que se han realizado durante los primeros seis meses de este año, la provincia de Alicante es la que mayor número ha realizado con 34, lo que supone el 56,6% del total; le sigue Valencia con 21, y la provincia de Castellón con 5 diagnósticos realizados. En cuanto a las sesiones de tratamiento, 600 se realizaron en Valencia, 341 en Alicante y 73 en Castellón. Respecto a las 44 comparecencias judiciales, 8 se han llevado a cabo en Valencia, 5 en la provincia de Castellón, y 31 en Alicante.
Dado que el objetivo fundamental de este servicio es proteger a los menores, se realiza la exploración psicológica y la valoración del testimonio del menor, con las medidas y el ambiente adecuado a su desarrollo evolutivo. De esta forma se realiza un análisis del testimonio, del tipo de abuso y sus repercusiones, además de prestar tratamiento, llevar un seguimiento de los casos y orientar a la familia y educadores.
Para la directora general del Menor, la importancia de un servicio de estas características radica “no sólo en la protección que se presta al menor, sino en la reducción de las secuelas que el impacto de un mal trato y abuso puede tener”.
Asimismo, Carolina Martínez ha señalado la necesidad de seguir trabajando “para sensibilizar a la población y especialmente a los profesionales de lo importante que es la detección temprana de los abusos sexuales a menores”.
