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La Generalitat niega rotundamente que haya realizado ningún pago indebido al arquitecto Santiago Calatrava

  • Los 2,7 millones de euros pagados corresponden a la cifra fijada en el contrato en concepto de redacción del Master Plan, Anteproyecto y Proyecto Básico

  • El Master Plan, el Anteproyecto y el Proyecto Básico están en las oficinas de SPTCV y es falso que Calatrava no los haya entregado

  • Marina Albiol ha preguntado en 2010 hasta seis veces por el expediente del Centro de Convenciones de Castellón, y ha visitado las Oficinas Administrativas de la SPTCV en otras dos ocasiones, lo que demuestra la total transparencia de la Generalitat

La Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunitat Valenciana (SPTCV) niega rotundamente que se haya realizado ningún pago indebido al arquitecto Santiago Calatrava, tal como ha denunciado la diputada de Esquerra Unida, Marina Albiol.

Cabe señalar que durante el año 2010, la diputada de Esquerra Unida ha solicitado en seis ocasiones documentación sobre el proyecto del Centro de Convenciones de Castellón y toda esa documentación la ha podido consultar en las dos visitas que ha realizado a las oficinas administrativas de la SPTCV, donde ha formulado cuantas preguntas ha considerado oportunas.

Este hecho pone de manifiesto una vez más la transparencia de la Generalitat, en contra de lo que se está afirmando.

Además, hay que poner de manifiesto que este expediente ha sido fiscalizado por la Sindicatura de Cuentas entre los años 2007 y 2009, y la Sindicatura no ha detectado ninguna irregularidad contable.

Los pagos realizados se ajustan al contrato

La Generalitat ha pagado al arquitecto valenciano la cantidad de 2,7 millones de euros en concepto de redacción del Master Plan, Anteproyecto y Proyecto Básico del Centro de Convenciones de Castellón. Esa cifra es la fijada en el contrato suscrito entre la SPTCV y Santiago Calatrava por la infraestructura.

Tanto el Master Plan, como el Anteproyecto y el Proyecto Básico se encuentran en las oficinas de la SPTCV.

Modificaciones de Calatrava

El Proyecto Básico entregado por Santiago Calatrava reflejaba una ampliación-modificación del Centro de Congresos, que pasaba a constar de tres edificios con tres fases de construcción independientes en vez de un solo edificio en una sola fase. La Generalitat advirtió por escrito que sólo iba a pagar por el proyecto original encargado de una fase y un edificio, que es el que figuraba en el contrato, postergando las otras dos fases posteriores:

“La propuesta de realizar el proyecto en distintas fases, siendo la inicial de 100 millones, no es la contemplada en el documento contractual suscrito, que expresa literal y claramente el objeto del contrato, el plazo de ejecución (en el que no se contemplan fases) así como el precio, fijando el contrato, un porcentaje a aplicar sobre un presupuesto orientativo de licitación de 60 millones. Entendiendo desde SPTCV que el importe de 100 millones previsto en su Proyecto Básico, se aleja considerablemente del presupuesto contractualmente fijado de 60 millones, siendo necesario y esencial, el cumplir los términos y condiciones en él estipulados”.

Son estas comunicaciones entre la Generalitat y el despacho del arquitecto Santiago Calatrava las que se están interpretando de un modo totalmente erróneo.

Por tanto, la SPTCV ha garantizado que la administración pague sólo por el servicio contratado originalmente pese a las modificaciones del Proyecto Básico que había presentado el arquitecto. Ese Proyecto Básico, en cualquier caso, sí respondía a lo que se le encargó, aunque por añadidura contemplaba fases posteriores no solicitadas, y por las que no se le ha pagado.

La Generalitat fiscaliza sus pagos

Este expediente, denunciado de forma equivocada por EU, pone de manifiesto que los mecanismos de fiscalización de pago de la Generalitat funcionan correctamente.

De hecho, la propia diputada Albiol tuvo ocasión de revisar el expediente, tal como solicitó, y en él se comprueba que se realizó el pago al arquitecto Santiago Calatrava con la condición de que en el momento de la entrega del proyecto de ejecución, éste se adaptara a una única fase, que era lo estipulado en el contrato.

 

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