La Generalitat acusa al Gobierno de "mezclar versiones": "Nadie mandó un mail, realizó una llamada ni informó de la crecida del caudal"
"Guardaron silencio durante más de dos horas y media", explica Raúl Mérida, secretario autonómico de Medio Ambiente, sobre la crecida del barranco del Poyo
Raúl Mérida, secretario autonómico de Medio Ambiente y Territorio de la Generalitat, ha acusado al Gobierno de “mezclar datos y versiones porque sabe que durante dos horas y media hubo un apagón informativo que confirma la CHJ: nadie mandó un e-mail, nadie realizó una llamada, nadie informó de la crecida del caudal”.
Mérida ha expresado estas palabras en respuesta a las declaraciones del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, y de la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé. Según el secretario autonómico, “los hechos recientes evidencian una gestión desigual de la comunicación durante el episodio de crecida. Mientras que en la mañana se emitieron avisos puntuales sobre la evolución del caudal, en la tarde se produjo un silencio informativo de más de dos horas y media, justo cuando la situación se agravaba rápidamente”.
“El suceso de la mañana demuestra que sí se notificó por correo electrónico”, ha detallado Mérida. “A las 11:06 se alertó de que el caudal había superado los 150 m³/s y que circulaban 264 m³/s con tendencia ascendente. Posteriormente, a las 13:42 y 14:04, se enviaron correos informando que el caudal había disminuido a 120 m³/s con tendencia descendente. A las 15:04, se notificó que el caudal continuaba descendiendo a 55 m³/s y a las 16:13, en 29 m³/s, siempre con tendencia descendente”.
No obstante, de acuerdo con la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), “a las 17:00 detectaron que el caudal empezaba a subir, y a las 17:30 ya se había superado el umbral que había motivado la alerta hidrológica de la mañana. A pesar de esto, no informaron a nadie, guardaron silencio durante más de dos horas y media y, aunque había representantes en el CECOPI, no transmitieron ninguna alerta sobre la evolución del caudal”.
El aviso no llegó hasta las 18:43, cuando finalmente se envió un correo electrónico alertando de que el caudal había superado nuevamente los 150 m³/s y que en ese momento el flujo alcanzaba los 1.700 m³/s, una cantidad preocupante, “equivalente a cuatro veces el caudal del Ebro”, ha criticado Mérida. “Durante ese tiempo crítico no se emitió ningún otro aviso, ni por correo, ni por llamada telefónica, ni presencialmente en el CECOPI”. Además, el secretario autonómico ha recordado que el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, admitió que “no se proporcionó información sobre la Rambla del Poyo”.
"Mezclan datos de lluvias y caudales"
Asimismo, Mérida ha acusado a la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, de “mezclar conscientemente datos de lluvias y datos de caudales”. Ha subrayado que “traducir las lluvias en caudales no resulta nada sencillo, y menos desde un gabinete de emergencias. Por eso, la normativa establece que es la Confederación la que debe avisar de los caudales circulantes por los ríos y barrancos y prevenir del riesgo de desbordamiento”.
El secretario autonómico ha resaltado que no se dispone del Sistema de Alerta Temprana que sí tiene la Confederación del Ebro, lo que impide contar con esos datos. En este sentido, ha indicado que “se ha contratado por emergencia ese complemento para el sistema que permitirá convertir rápidamente las lluvias en caudal y así lo admiten en el informe de contratación”.
“Por lo tanto, las últimas declaraciones de la CHJ y delegada del Gobierno insinuando que con los datos de pluviometría, el centro de emergencias debía haber supuesto cuánto caudal iba a circular por la rambla del Poyo, solo pueden tener dos explicaciones, o que tienen un profundo desconocimiento del funcionamiento hidráulico de una cuenca hidrográfica o que pretenden confundir a la opinión pública y esconder el vacío informativo”, ha concluido.