Sanitat recuerda la importancia de aprender hábitos de vida saludable y correcta alimentación desde la infancia

La vigilancia de la salud de los niños y niñas de la Comunitat es una prioridad para la conselleria de Sanitat en su labor de prevenir la enfermedad y promover estilos de vida saludables; por ello importe conocer la situación de los más pequeños dentro de cada área geográfica, para adecuar las actuaciones y recursos a sus necesidades en cada zona”.

Así lo ha explicado esta mañana el director general de Investigación y Salud Pública, Manuel Escolano, durante la presentación de los datos sobre alimentación y hábitos de vida de los menores en edad escolar de la zona de la Safor.

Para analizar este tipo de datos geográficamente, la conselleria dispone de una línea basada en la educación para la salud en la escuela que aborda temas como la alimentación, la actividad física, el tabaco, la sexualidad o la higiene personal y que, año tras año, se lleva a cabo en los colegios que lo solicitan.

“La importancia social de proteger la salud durante la infancia y adolescencia radica en que en este periodo se establecen los cimientos de la salud en la edad adulta”, ha recordado Escolano.

Para ello, se establecen unos cuidados generales en el marco de la atención primaria, y se definen los criterios de riesgo para la derivación de niños y adolescentes que deben recibir atención específica en otro nivel adecuado.

Estudio sobre hábitos de salud en la población escolar de Gandía
El objetivo del estudio, realizado entre octubre de 2011 y marzo de 2012, ha sido conocer los hábitos alimentarios y otros estilos de vida (como la actividad física o el sedentarismo) de la población escolar del Departamento de Salud de Gandía. Para obtener con la muestra una representatividad a nivel global de todo el Departamento, se procedió a realizar un muestreo estratificado por aulas y curso escolar, con 1.819 menores de los 18.323 escolares existentes. Se escogieron 85 aulas de las 803 del Departamento de Salud, pertenecientes a 51 de los 81 centros de la zona.

Gracias al estudio se ha podido detectar que el 5,6% de la población escolar analizada acude a clase sin haber desayunado. De los que desayunan, sólo un 1,5% realizan un desayuno completo con lácteos, fruta y cereales.

Por otro lado, el 62,6% de los escolares del Departamento realizan la comida principal del día en su casa y el 25,2% en el comedor escolar; el 5,3% no consume fruta nunca y un 13,9% no consume nunca verdura o ensalada.

Además, un 35,5% toma pescado y legumbres menos de dos veces a la semana; el 74% toma refrescos azucarados una o más veces a la semana; el 26% consume dulces y golosinas varias veces al día; y el 31,1% del total de los escolares manifiesta picar entre horas. El 35,3% acude una o más veces a la semana a un establecimiento de comida rápida.

Entre los escolares, la prevalencia de obesidad es del 14,8% y del sobrepeso del 27,7% siendo en ambos casos mayor en niños que en niñas.

La investigación pone de manifiesto que la práctica de actividad física de estos menores es insuficiente. El 41,7% de los escolares pasa más de dos horas diarias viendo la televisión y más de la mitad de los niños y niñas juegan con videojuegos, ordenador o internet todos o casi todos los días. Uno de cada tres escolares juega dos horas o más al día.

La alimentación, factor clave de vigilancia
Según el director general, “comer de forma saludable contribuye al bienestar, promueve la salud y protege de la enfermedad. Planificar una dieta sana es fácil ya que conocer el valor nutritivo de los alimentos y la base de la nutrición está al alcance de todos”.

Por eso, “tras conocer los hábitos alimentarios de los escolares del Departamento de Gandía podemos hacer algunas recomendaciones específicas para aumentar y mejorar su estado de salud presente y futuro.”

Para ello, Joan Quiles, Jefe de la Unidad de Educación para la Salud de la conselleria de Sanitat, ha incidido en la importancia del desayuno para comenzar el día de la mejor forma posible. Esta comida “debe cubrir entre el 20 y el 25% de la energía necesaria cada día y debe contener lácteos, cereales y fruta. Además, las frutas y las hortalizas deben estar presentes en nuestra alimentación, proporcionan vitaminas, minerales, fibras y sustancias antioxidantes que mejoran nuestra salud”.

Debemos consumir todos los días 3 frutas y dos raciones de verdura, como mínimo, y hemos de aprender a evaluar nuestro peso saludable y mantenernos en él. “El índice de masa corporal puede ser un buen indicador de cuál puede ser un peso adecuado, pero si existe exceso de peso una bajada de un 10% para empezar ya va aparejada a beneficios para la salud”.