Los socialistas de Gandia piden que se retire la medida de cobrar 35 euros por el uso de la Tarjeta Dorada
El PSPV-PSOE exige que la decisión anunciada hoy por Torró no se modifique con la llegada de L’Urbanet y que el servicio siga siendo gratuito para los usuarios de la Tarjeta Dorada
El Gobierno del PP ha reculado después de que los socialistas denunciaran que algunas personas mayores estaban pagando 35 euros por un servicio que no utilizaban
También reclaman que se devuelva el dinero a las personas que ya han pagado
Los socialistas en el Ayuntamiento de Gandia han reclamado hoy al Gobierno del PP “que rectifique y retire para siempre” el pago de 35 euros que ha implantado para los usuarios de la Tarjeta Dorada que quieran usar el autobús público L’Urbà, una medida que afectaría a personas mayores y también a los jóvenes de Gandia, dos de los colectivos más afectados por la crisis.
Después de que el Gobierno del PP haya rectificado hoy y haya anunciado que no cobrará los 35 euros hasta que no se ponga en marcha el nuevo sistema de L’Urbanet, los socialistas han exigido que esa decisión se mantenga para siempre y no se modifique con la implantación del nuevo sistema, de manera que el servicio siga siendo gratuito para los usuarios de la Tarjeta Dorada.
El PP ha reculado después de que la concejala socialista Liduvina Gil denunciara que muchos mayores de Gandia estaban pagando 35 euros por la Tarjeta Dorada a pesar de no ser usuarios de L’Urbà, un error del departamento de Bienestar Social que ahora pretenden subsanar después de que los socialistas hayan hecho pública su denuncia.
Tras conocer esta decisión., Liduvina Gil También ha pedido “que se devuelva el dinero a todas las personas que habían abonado ya los 35 euros” y que esa medida “se retire para siempre”, puesto que las personas mayores “ya lo están pasando bastante mal con las subidas de impuestos, la congelación de las pensiones y el pago por los medicamentos”.
El gobierno del PP empezó este año a cobrar a las personas mayores 35 euros por la Tarjeta Dorada para hacer frente a una parte de los gastos de L’Urbà, una decisión que los socialistas rechazaron desde el principio, por tratarse de un “ataque brutal a un servicio público”.
Desde el primer momento, Gil lamentó “la insensibilidad del gobierno del PP con las personas mayores, uno de los colectivos más afectados por la crisis” y por ello denunció el “fallo importantísimo” del departamento del Bienestar Social por no tener en cuenta a las personas que están pagando por un servicio que no utilizan.
