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Francisco Camps afirma que ninguna sociedad debe renunciar a la libertad y dignidad de las personas porque los derechos humanos “no son negociables”

Francisco Camps afirma que ninguna sociedad debe renunciar a la libertad y dignidad de las personas porque los derechos humanos “no son negociables”
  • Defiende que los Gobiernos asuman un papel protagonista para garantizar que los derechos esenciales se cumplan en cualquier rincón del mundo

  • Afirma que España no puede abandonar la disidencia política y hacer “oídos sordos” a sus reivindicaciones de libertad y pluralidad para Cuba

  • Señala que hoy rendimos homenaje a todos los que se sacrifican por el respeto, la tolerancia y aspiran a lograr una sociedad de paz y libertad

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Francisco Camps afirma que ninguna sociedad debe renunciar a la libertad y dignidad de las personas porque los derechos humanos “no son negociables” - (foto 2)
Francisco Camps afirma que ninguna sociedad debe renunciar a la libertad y dignidad de las personas porque los derechos humanos “no son negociables” - (foto 3)
El President de la Generalitat, Francisco Camps, ha afirmado hoy durante el acto de entrega del Premio de Convivencia "Profesor Manuel Broseta", que en su XIX edición ha sido otorgado al movimiento cubano Damas de Blanco, que los derechos humanos “no son negociables” ya que la libertad y la dignidad de las personas “son bienes a los que ninguna sociedad debe renunciar”.

Así, ha señalado que garantizar que los derechos humanos se cumplan “en cualquier rincón del mundo” es una responsabilidad “de todos, en la que los gobiernos, como representantes de los ciudadanos, hemos de asumir un papel protagonista”.

De esta manera, ha señalado que “hoy escuchamos desde la Comunitat Valenciana el silencioso grito por la libertad en Cuba de las Damas de Blanco”, un ejemplo de “lucha no violenta por la democracia, la convivencia y la justicia” y una muestra de “resistencia pacífica frente al autoritarismo de una dictadura”.

Así, ha destacado que hoy “rendimos homenaje a todos los que se sacrifican con valentía por el respeto, la tolerancia y el bien de cada uno de sus conciudadanos” y que aspiran a lograr una sociedad en la que la paz, las libertades y la justicia “sean sus pilares fundamentales”.

Con las Damas de Blanco, ha explicado, “camina un pueblo entero, caminamos todos los defensores de la libertad y camina la dignidad humana”, al tiempo que ha subrayado que estos galardones reflejan la admiración y el respeto por los activistas de la libertad que, “en condiciones sumamente adversas, trabajan pacíficamente por el Estado de Derecho, el pluralismo político y la democracia”.

Un movimiento, ha añadido Camps, que exige “la liberación incondicional de sus familiares, encarcelados por reclamar que nadie sea perseguido por sus ideas y opiniones”.

A este respecto, el Jefe del Consell ha indicado que las relaciones internacionales “no deben limitarse a acuerdos económicos o cumbres medioambientales”, sino que también deben dar “un paso más” exigiendo que todos los sistemas políticos “respeten y protejan los derechos más esenciales de la persona”.

Así, ha señalado que ningún tipo de dictadura tiene cabida en el siglo XXI porque “la promoción de los valores democráticos es fundamental para el progreso político, social y económico de los Estados”. “No debemos tomar atajos complacientes con regímenes autoritarios, sino adoptar decisiones firmes que beneficien a sus ciudadanos”, ha defendido Camps.

El Jefe del Consell ha aludido a la relación histórica entre España e Iberoamérica, una relación que “nos obliga a ser parte activa en la resolución de la dramática situación cubana”. Por ello, ha apuntado su apoyo y defensa para la transición hacia un sistema democrático para Cuba que garantice a todos sus ciudadanos el derecho a participar libremente en la vida social, cultural, económica y política.

En este sentido, ha recordado que en 1996 el Gobierno de España promovió en la Unión Europea una posición común sobre Cuba que supedita el diálogo con el régimen castrista a su avance hacia la democracia y a los progresos en materia de derechos humanos.

Por ello, ha añadido, España “no puede abandonar a la disidencia política y hacer oídos sordos a sus reivindicaciones de libertad y pluralidad para Cuba”, de manera que “debe apoyarla y escucharla y seguir exigiendo que las autoridades cubanas emprendan verdaderas y profundas reformas políticas y económicas”.

Además, mientras la dictadura comunista en Cuba “no de pasos hacia la democracia, la libertad y la garantía de los derechos humanos”, ha explicado, no pueden admitirse “ambigüedades, complicidades ni respaldos que favorezcan su continuidad”.

Paz y libertad
Camps ha explicado que la sociedad española “lleva sufriendo durante demasiados años la violencia terrorista y conoce el dolor de las víctimas del terror”, y, como el movimiento de las Damas de Blanco, siempre ha apostado por una respuesta firme y pacífica ante los violentos.

“Nosotros no negociamos con los que empuñan armas o encarcelan ideas, nuestra prioridad está en defender a aquellos que quieren vivir en paz y libertad”, ha apuntado.

Así, ha señalado que la Comunitat Valenciana ha trabajado por garantizar una sociedad libre, abierta e integradora, la misma que anhelamos para todos los cubanos, y ha recordado que muchos valencianos emigraron a esas tierras para forjarse un nuevo futuro.

De esta manera, les ha transmitido el apoyo de los valencianos, y su defensa para que sean liberados todos los que aún se encuentran en prisión por discrepar con el régimen castrista.

Camps, que ha terminado su intervención recordando a Orlando Zapata que dio su vida por la libertad y la democracia para su pueblo, ha recordado el espíritu que impulsa estos premios que, en sus diecinueve ediciones, han recibido personas e instituciones que han destacado por su lucha y trabajo por la convivencia y los valores democráticos como Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I, Mijail Gorbachov, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, el Colectivo “Basta Ya” o el pueblo de Ermua.

Unos galardones que, según ha explicado, mantienen viva la memoria de Manuel Broseta, quien “dedicó gran parte de su vida a que España se consolidara como país democrático y a que su tierra alcanzase un marco de convivencia propio del que hoy disfrutamos”.

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