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La fabricación de coches en España ha descendido casi 20% en 2020, respecto al 2019

La fabricación de coches en España ha descendido casi 20% en 2020, respecto al 2019
  • Los coches híbridos y eléctricos no representan ni el 10% del total de los vehículos que circulan en España, aunque sus ventas están en crecimiento

EAE Business School ha publicado el informe “Sector Automoción” en el que se extrae que las cifras de producción de automóviles han descendido casi un 20% durante la pandemia y se asemejan a las de 2013, con una producción de casi 600.000 unidades menos que en 2019. “La industria del motor en España ante una situación de menor poder adquisitivo y una previsible reducción de las ventas ha sabido reaccionar y redimensionar su producción para no generar un stock que comprometiese a su futuro. A esto, ha sumado innovadoras medidas de recursos humanos para que tampoco afectase gravemente a las reducciones de las plantillas”, explica Eduardo Irastorza, autor del estudio y profesor de EAE Business School.

El grupo PSA, con marcas como Citroën, Peugeot y Opel, ocupa un sólido puesto en cuanto a producción en España, gracias a la venta de sus modelos comerciales y” su decidida estrategia exportadora”, doblando las cifras de su inmediato seguidor, SEAT.

En 2020, las cifras españolas de exportación de vehículos descendieron hasta niveles similares a los de 2014. La caída también se ha visto reflejada en las importaciones, tendencia latente desde 2017 y que no alcanza los 30.000 millones en estos momentos.

Los vehículos SUV siguen encabezando la lista, superior al resto de categorías juntas, y Madrid es la comunidad autónoma que más vehículos nuevos suma, equivalente prácticamente a la suma del resto de comunidades, un 59,39 % más que Cataluña, la siguiente comunidad con más matriculaciones”, explica el autor del estudio y profesor de EAE Business School, Eduardo Irastorza.

Las marcas más vendidas en España en 2020 han sido SEAT, Volkswagen, Peugeot y Toyota. Los modelos de coche más vendidos son Dacia Sandero, Seat León, Nissan Qashqai y Renault Clio.

“La crisis sanitaria y económica han sido los factores que han contribuido a frenar la compra de vehículos en España, siendo los vehículos comerciales e industriales los que más han notado las consecuencias. Por un lado, el menor uso de los mismos debido a los confinamientos y las restricciones las han retrasado; por otro, la indecisión a la hora de adquirir automóviles con nuevas motoriza­ciones. Este aspecto se va superando a medida que las reglamentaciones y las ayudas a los vehículos híbridos y eléctricos se van consolidando”, señala Irastorza.

El segundo puesto del ranking europeo de producción lo ocupa España, país que se ha consolidado a pesar de un 2020 duro para su industria, tanto en fabricación de automóviles como en la de componentes. Francia ocupa el tercer puesto por su estrategia de deslocalización y fusiones por todo el mundo, aunque sigue siendo un actor protagonista a nivel mundial.

LOS COCHES HÍBRIDOS Y ELÉCTRICOS

España, tal y como se cita en el estudio, ha asumido “formalmente el compromiso de cambiar su parque móvil de motorizaciones con combustible fósil a energías limpias”. Este reto no se trata solo de conseguir la sustitución en los plazos establecidos por la Agenda 2030, sino de ser capaces de seguir produciendo esos vehículos aquí y venderlos de aquí al mundo con éxito. Para ello, el autor cree esencial que se establezca “una completa y ambiciosa estrategia de reinvención sectorial, basada en la colaboración público-privada”.

Actualmente, los coches híbridos y eléctricos “no representan ni el 10% del total de vehículos en circulación en el país”, aunque sus ventas están en crecimiento “gracias a la legislación de acceso a las ciudades y las políticas de ayudas”. Madrid es la comunidad donde más coches de este tipo hay (20.838) y le sigue de lejos Cataluña (6273), aunque Cataluña lidera los puntos de recarga eléctrica (3753).

EL SECTOR DEL AUTOMÓVIL A NIVEL MUNDIAL

La caída del sector del automóvil también se refleja a nivel mundial como consecuencia de la crisis derivada de la Covid-19 y su dificultad para recuperar las cifras pre-pandemia, que se estima para dentro de tres años.

La ralentización del sector se refleja en las ventas, que también se han visto afectadas a nivel mundial, siendo Europa y América los continentes que más lo han sufrido. La reducción de las rentas y de las inversiones empresariales han motivado muchas menos operaciones de compra y, a causa de ello, el sector se encuentra ahora con un enorme stock, sobre todo de autos con motorizaciones convencionales. Esta disminución de las ventas venía produciéndose desde 2016, pasando de un crecimiento de un 5% respecto a 2015, a 10 puntos menos en 2018 y llegando a caer casi un 14% en el periodo de la pandemia.

“Actualmente estamos al mismo nivel que hace al menos una década. Además, el conjunto de la crisis económica ha generado importantes cuellos de botella y desabastecimientos, como es el caso de los microchips, imprescindible para los nuevos modelos”, afirma Irastorza.

Tal como apunta el estudio, “el modelo actual de sostenibilidad no es sostenible, ni energética, económica, ecológica y operativamente”. La recuperación del sector se plantea a partir de “nuevos paradigmas que comportan conceptos como la sostenibilidad, la movilidad o la digitalización”. Esto es algo que ya han comprendido los grandes fabricantes, que “están redefiniendo en profundidad su oferta, sus modelos de servicio y la relación con el cliente, lo que marcará la mayor revolución del sector en su centenaria historia”.

AUTOMÓVIL 4.0, LA NUEVA ERA DEL VEHÍCULO

El sector automovilístico se encuentra inmerso en la mayor revolución de su centenaria historia. “La era del Automóvil 4.0 se está empezando a conformar, pero podemos afirmar que esta estará definida por la conducción autónoma, la experiencia de movilidad, la sostenibilidad y la limpieza energética, así como la digitalización de todas sus funciones, haciendo que el desplazamiento de las personas se convierta en una oferta más del vehículo”, apunta Irastorza.

Tal como se desprende del informe, en esta nueva etapa vamos “el automóvil evolucionará hasta convertirse en una plataforma tecnológica, dotada de los más avanzados recursos que irán asociados a aspectos que van más allá de la conducción”. En este sentido, Irastorza indica que “los fabricantes estarán abiertos a alianzas con empresas de diversos sectores, desde las telecomunicaciones hasta la seguridad. La eficiencia ya no será un valor diferencial, sino una exigencia competitiva. Para ello, las IT y el Big Data tendrán un papel fundamental y activador del sector”.

“El coste de esta transición industrial no será ni fácil, rápido ni barato. Los profesionales deberán de adaptarse a la realidad de la nueva movilidad, en el que siguen primando los intereses económicos asociados a las energías fósiles, ya que la gasolina supone para los gobiernos una de las principales fuentes de ingresos vía impuestos. La gran apuesta de vehículos eléctricos se dirigirá hacia vehículos urbanos, ya que los de transporte de mercancías requieren de mayores baterías para mover sus pesadas cargas en largos trayectos”, agrega.

En este sentido, China es el país que más apuesta en estos momentos por los coches eléctricos, pero el auge de este tipo de modelos es “moderado” debido a la crisis. En cuanto a Europa, los países como Noruega, Países Bajos y Alemania son la referencia en vehículos enchufables. Los gobiernos, administraciones locales e instituciones internacionales “tienen el enorme reto de regular adecuadamente el consumo eléctrico destinado a la movilidad”.

Hoy en día, apenas hay 10 millones de vehículos eléctricos en circulación a nivel mundial, pero se estima que para 2030 la cifra superará los 100 millones. En 2050 se espera un gran incremento, superando el 70% de cuota de mercado de este tipo de automóviles. El mercado superará los 800.000 millones de dólares en Estados Unidos en los próximos 6 años y los principales productores serán China y las marcas europeas, muchas de ellas con parte de su producción en el gigante asiático. Teniendo en cuenta estos datos, el informe de la escuela de negocios señala que estamos frente a los inicios de una revolución imparable.

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