Un estudio destaca la singularidad de los estanques temporales del Parque Natural del Turia
Actúan como bebederos para la fauna y son refugio de crustráceos y microinvertebrados
Esto es lo que se desprende de un estudio realizado por María Sauquillo Llenares, estudiante de doctorado del Departamento de Microbiología y Ecología de la Universidad de Valencia, en colaboración con la Conselleria de Medio Ambiente, en el que se ofrece información tanto del estado de conservación como de la relevancia de estos hábitats.
Las copiosas lluvias registradas en otoño de 2008 permitieron la inundación de los estanques temporales La Cañada y su pervivencia durante un periodo de tiempo prolongado. Como puntos de agua, desempeñan la función de bebederos para la fauna, además de reductos de biodiversidad por la presencia de crustáceos y microinvertebrados acuáticos.
El estudio se ha basado en las comunidades de crustáceos y microinvertebrados acuáticos. Estos grupos pueden considerarse habitantes permanentes de las charcas temporales, ya que no emigran en los periodos de desecación, como hacen insectos y anfibios.
Conclusiones del estudio
El estudio señala, entre otras conclusiones, que las charcas temporales efímeras presentan una baja riqueza de especies pues son pocas las que pueden adaptar su ciclo vital a estos ciclos de inundación cortos e imprevisibles.
Sin embargo, algunas de las especies encontradas son de gran interés. En primer lugar, los anostráceos son un grupo de crustáceos típicos y exclusivos de aguas temporales. La destrucción de estos hábitats ha implicado una gran regresión de este grupo, por lo que cualquier punto de agua, como los del Parque Natural del Turia, que albergue especies de este grupo se considera de interés.
Asimismo, resulta de especial interés la presencia del cladócero Moina macrocopus (conocidas habitualmente como “pulgas de agua”). Las Moinas son un género bien adaptado a las aguas temporales. Se encuentra muy frecuentemente el Moina brachiata en las charcas temporales, sobre todo en verano y otoño, por la temperatura, y también en las marjales litorales más salobres. Sin embargo, la especie presente en las charcas del Parque Natural del Turia es más rara (la Unidad de Limnología del Departamento de Microbiología y Ecología de la Universidad de Valencia la ha encontrado además en los arrozales de l’Albufera y en unas charcas temporales del Barranco del Carraixet).
