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Las enfermeras valencianas piden a la Conselleria de Sanitat más medios para promover el Sondaje Vesical Intermitente

Las enfermeras valencianas piden a la Conselleria de Sanitat más medios para promover el Sondaje Vesical Intermitente
  • Es la técnica que mejor garantiza la calidad de vida de los cerca de cuatrocientos pacientes valencianos que deben sondarse para vaciar su vejiga

Las enfermeras valencianas lideran la primera iniciativa científica que tiene como misión promover el Sondaje Vesical Intermitente, una técnica que deben utilizar diariamente cerca de cuatrocientos valencianos que no pueden vaciar su vejiga de forma natural.

Se trata de Proyecto SÍ, una red de Enfermeras Expertas en Urología Funcional integrada por 3 enfermeras pertenecientes a los centros Hospital General Universitario de Valencia, Hospital General Universitario de Elche y Hospital General Universitario de Alicante, junto con otras 25 profesionales del territorio nacional. Esta iniciativa cuenta con el apoyo de Hollister -compañía que desarrolla productos para el cuidado de las personas en los ámbitos de la continencia y la ostomía-.

“Nuestro objetivo principal es promover el Sondaje Vesical Intermitente, ya que es la mejor opción de tratamiento para los pacientes que tienen problemas para vaciar su vejiga de forma natural, según la evidencia científica. Es la técnica que más se asemeja a la micción fisiológica. Ayuda a cuidar los riñones, disminuye el riesgo de infecciones y contribuye a que el paciente mantenga una vida independiente y autónoma”, explica Elena Martínez Torres, enfermera del Hospital General Universitario de Valencia.

Sin embargo, a pesar de que la bibliografía científica es contundente sobre los beneficios del SVI, existe un gran desconocimiento en torno a este tratamiento. “En Atención Primaria y, por una cuestión de desconocimiento sobre el SVI, muchas veces nos encontramos con casos en los que se aconseja a los pacientes una reducción de la frecuencia en el sondaje o, incluso, un cambio a un sondaje permanente, lo que reduce muchísimo la calidad de vida del paciente. Por eso es tan importante el trabajo que hacemos en Proyecto SÍ, divulgando las ventajas del Sondaje Vesical Intermitente”, indica Guillermina Ferrández Franco, enfermera del Hospital General Universitario de Alicante.

Para poder mejorar esta situación, que afecta directamente a los pacientes y crear puentes de cooperación con la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública, las portavoces de Proyecto Sí en Valencia Elena Martínez Torres, enfermera del Hospital General Universitario de Valencia, y Guillermina Ferrández Franco, enfermera del Hospital General Universitario de Alicante, se han reunido con Enrique Soler Bahílo, Subdirector General de Actividad Asistencial Integrada.

El reto en el SVI: conocimiento, tiempo y tratamiento individualizado

En esta reunión, las portavoces de Proyecto SÍ han reclamado a la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública las mejoras esenciales que deben ponerse en marcha en torno al Sondaje Vesical Intermitente. “El gran reto que existe es garantizar 3 puntos esenciales: conocimiento de la técnica del SVI por parte del hospital y los compañeros de Atención Primaria, tiempo para que las enfermeras podamos educar a los pacientes y garantizar del derecho a un tratamiento individualizado para que el paciente pueda elegir la sonda que mejor se adapte a sus necesidades en función de su grado de destreza manual, capacidades funcionales y motoras, agudeza visual, función cognitiva, fisionomía corporal y del aparato urinario”, indica Elena Martínez Torres, enfermera del Hospital General Universitario de Valencia.

El valor de la enfermería experta en urología funcional para el paciente

Para que un paciente consiga sondarse correctamente y tenga “adherencia terapéutica”, el papel de las enfermeras es esencial. Su labor comienza con lo que en terminología sanitaria se conoce como “adiestramiento”, que consiste en enseñar al paciente cómo se realiza la técnica del Sondaje Vesical Intermitente. “Para poder realizar correctamente esta educación en el sondaje, es necesario incrementar los tiempos que las enfermeras dedicamos a cada paciente, contar con unas consultas con un espacio físico adaptado a las necesidades del paciente y que nos permitan tener una gestión autónoma de nuestra agenda en consulta para que esa adherencia sea una realidad a lo largo del tiempo”, solicita Guillermina Ferrández Franco, enfermera del Hospital General Universitario de Alicante.

De hecho, según el “Estudio Calidad de vida y autonomía en pacientes con cateterismo intermitente capacitados por enfermeras especializadas” realizado por Proyecto SÍ, y que acaba de ser publicado en el Journal of Clinical Medicine, cuando un paciente es educado en la técnica del SVI por una Enfermera Experta en Urología Funcional y se le realiza seguimiento, su nivel de adherencia al tratamiento se incrementa en un 87% en solo un mes.

“Desde Hollister tenemos un claro compromiso con la calidad de vida del paciente a través de una alta cualificación de los profesionales sanitarios, por eso impulsamos Proyecto Sí, una iniciativa que promueve la práctica basada en la evidencia, el desarrollo de proyectos de investigación y la estandarización de los cuidados. Es todo un orgullo reconocerles el fruto de este camino que se ha materializado en los últimos meses al quedar finalistas en la III y IV edición de los Premios del Observatorio de la Adherencia al Tratamiento (OAT) y publicar los datos preliminares de su último estudio científico en el Journal of Clinical Medicine”, explica María José Villa, Directora de Marketing de Hollister.

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