El alcalde recibe a los niños saharauis que están pasando el verano en Elda y comarca

El alcalde de Elda, Rubén Alfaro, y la concejala de Solidaridad, Nieves López, han recibido esta mañana en el salón de plenos del Ayuntamiento a los más de veinte niños saharauis que están pasando el verano en Elda y comarca, los cuales han estado acompañados de sus familiares de acogida. También han asistido los presidentes de la asociación Amigos del Pueblo Saharaui de la CV y de Elda, Manuel A. Cascales e Iván Egido, respectivamente.

Han sido un total de 168 familias de toda la Comunidad Valenciana las que han acogido a estos niños y niñas dentro del programa de cooperación “Vacaciones en Paz”, que tiene como objetivo alejar a los pequeños del “infierno” que supone las altas temperaturas en el desierto que llegan a los 60º, y por otro establecer vínculos con un pueblo que formó parte del territorio español hasta mediados de los años setenta. A la comarca del Medio Vinalopó han venido 24 niños, 18 de ellos a Elda.

El alcalde, Rubén Alfaro, ha agradecido la visita tanto a los niños como a las familias que forman parte de este proyecto solidario. También le ha mostrado su gratitud a las asociaciones de apoyo al pueblo saharaui, con las que ya se reunió hace un mes para conocer de primera mano el proyecto, por la “magnífica labor que desarrollan y por canalizar estos programas con los que además tomamos conciencia de la situación que viven los saharauis, abandonados a su suerte en el inhóspito desierto argelino”, ha comentado el alcalde.

Alfaro les ha deseado una feliz estancia en Elda y espera que estos “lazos de unión que se establezcan entre los niños y las familias perduren toda la vida”.

Los saharauis llegaron el pasado 3 de julio y permanecerán con sus familias de acogida hasta el 2 de septiembre, los dos meses más duros en el desierto del Sáhara. Aquí están recibiendo cariño y muchos cuidados, como revisiones médicas y dentales. Además están disfrutando de la piscina, de la playa y de los aparatos que para nosotros son cotidianos pero para ellos son un “lujo”, como ver la televisión o simplemente abrir un grifo y que de él salga agua potable.