El paseo marítimo de El Campello se convirtió ayer en un hervidero de gente durante una mañana plagada de actos

Desde las 10:30 de la mañana hasta más allá del mediodía, el paseo marítimo de El Campello se convirtió ayer en un hervidero de gente atraída por la cantidad de actos programados para ofrecer a los vecinos y visitantes una jornada matinal repleta de actuaciones musicales y atracciones infantiles que imantaron por igual a pequeños y adultos, que era de lo que se trataba.

Hinchables, magia, espectáculos de todo tipo, actuaciones musicales en directo y hasta campanadas matinales, que culminaron con una mascletá infantil, congregaron a cientos de personas a lo largo de los cerca de dos kilómetros que discurren desde el inicio del paseo hasta la Cofradía de Pescadores.

El programa estaba diseñado de forma que todo ese circuito se convirtiera en una especie de cadena de islas concadenadas, donde se celebraban los actos dejando pequeños huecos y congregando a los asistentes en los lugares exactos donde se sucedían los actos sin parar.

Fue una mañana especial, acompañada por un clima magnífico y muchas ganas de pasarlo bien. Difícil establecer las mejores actuaciones. Difícil quedarse con alguno de los actos. Todos estuvieron a la altura deseada, y el buen ambiente reinó por encima de todo.

Y allí estuvieron las autoridades locales, pendientes de que todo saliera a pedir de boca, conforme estaba previsto en una jornada diseñada al efecto y al alimón por las concejalías de Fiestas y Tradiciones y Turismo. Desde el alcalde Juanjo Berenguer a los concejales de esas áreas (Cristian Palomares y Marisa Navarro respectivamente), hasta ediles del resto de formaciones políticas que conforman la Corporación Municipal. Y la convocatoria fue todo un éxito.

Efectivos de la Policía Local y Protección Civil se encargaron de que todo transcurriera como estaba previsto