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El Grup de Danses Salpassa estrena el espectáculo "Mare"

El Grup de Danses Salpassa estrena el espectáculo "Mare"
  • El grupo folclórico campellero dedica su último montaje a las madres viudas y con hijos obligados a embarcar para mantener a sus familias

Más de 1.500 personas asistieron el pasado sábado al estreno de ‘Mare’, el último montaje del Grup de Danses Salpassa. Además de las 1.100 butacas colocadas en la Plaça del Carme, que se ocuparon por completo, varios centenares de personas tuvieron que presenciar el espectáculo de pie, ya que no se quisieron perder la obra creada por Dani Alberola, con música en directo del So dels Barrejats, y la colaboración de la Concejalía de Cultura. Con ‘Mare’, el grupo folclórico campellero acercó al público a las madres que han sufrido por la dureza de los trabajos del mar, de un mar que ha sido el sustento de tantas familias. Y además, el espectáculo ofreció una reflexión a la madre espiritual, la patrona de los marineros y plegaria de las madres en tierra firme.

Con una base de ficción, ‘Mare’ recrea una historia basada en situaciones reales que los pueblos del Mediterráneo tuvieron que vivir en épocas pasadas, madres viudas y con hijos obligados a embarcar para mantener a sus familias. Y al mismo tiempo, una vez más, Salpassa ofreció una muestra de baile tradicional, donde desplegaron varias estampas costumbristas acompañadas de una indumentaria e escenografía a consonancia con la obra.

Partiendo de El Campello marinero, la obra comienza en un entorno ‘localista’, donde aparece una mujer viuda con sus tres hijos, dos niñas y un niño. El hijo se verá obligado a embarcar para ayudar en el sustento de la familia con el consiguiente sufrimiento de su madre, es por ello que él encarna la parte más amarga de esta historia. Sus hermanas, por el contrario, simbolizan la esperanza y la alegría, abriendo los ojos literalmente a la madre para hacerla participe del baile y la música, que son en este espectáculo los exponentes de la belleza de la vida. Las niñas ayudan a mirar con optimismo el futuro, ahuyentando nuestros miedos y preocupaciones.

El espectáculo se dividió en cuatro partes interrumpidas, con unas representaciones y unos bailes determinados en cada una de ellas.

En la primera, titulada ‘El descanso de las barcas’, unas velas nos sitúan en un pueblo costero que abraza el mar, que lo saluda y lo quiere. Un pueblo que en los primeros meses del año se caracteriza por la inactividad pesquera. Además de presentar a los personajes, bailaron ‘Jota’ (Sant Gabriel), ‘Seguidillas’ (Camporrobles) y ‘Jota de baix’ (Montnegre).

En la segunda parte, titulada ‘La Pascua’, las embarcaciones están descansando y los vecinos trabajan en las ‘sendas’ confeccionando con cáñamo el hilo con el que elaborarán las redes que tejerán en muchas ocasiones mujeres con la ayuda de sus hijas. Llegará la Semana Santa, y con ella el Viernes Santo, dónde las mujeres con mantellinas negras sacarán en procesión la Cruz de Cristo por las calles del pueblo; así como celebrarán con estruendo y regocijo el Domingo de Resurrección, y también la Pascua jugando y merendando al aire libre. Aquí los bailes fueron ‘Fandango’ (Sant Mateu), ‘Malagueña’ (Sant Gabriel), ‘L’U’ (Bocairent) y ‘Seguidillas’ (Vallanca).

La tercera parte, denominada ‘Ja s’atraca Sant Joan’, se centra al momento cuando, después de la Pascua, las barcas se varaban en las playas para después, poner rumbo muchas de ellas a la población marroquí de Larache. Será el momento más amargo de la madre de la historia, quien tendrá que despedirse de su hijo. Ella intentará reponerse descansando, pero una fatal pesadilla se apoderará de sus pensamientos, y acabará imaginando el naufragio y muerte de su querido hijo. Tras despertar y comprobar que todo es irreal, hallará gran alivio, y se arreglará, se mudará, ya no mostrará su zagalejo o “faldellí” rallado, pieza semiinterior que protegía del deterioro de los guardapies exteriores. Será en junio cuando las barcas coincidiendo con la festividad de Sant Joan volvían al pueblo con el pescado, mucho de él en salmuera, y era el momento de las subastas y del reparto a familiares y amigos de bonitos y mojamas. Era el momento de arreglarse con trajes más elegantes, y también era el momento de disfrutar de las hogueras que en la noche de Sant Joan se quemaban. Y fue el momento de bailar ‘Valenciana. U i Dotze’ (El Genovés), ‘Bolero’ (Algemesí), ‘Les Tomasines’ (El Genovés) y ‘Bolero’ (Carlet).

Y para finalizar, se llegó a ‘Gràcies mare’, centrada en el mes de julio, con el canto de las chicharras, cuando era tiempo de refrescarse en los atardeceres con la llegada de heladeros de poblaciones vecinas como Xixona, también era el momento de las fiestas en honor a la Virgen del Carmen, y con ellas la suelta de patos en el mar, la mascletà, y la procesión marinera. Y como bailes ‘Fandango’ (Cofrentes) y ‘Bolero afandangat’ (El Genovés).

La actuación contó con los bailarines Dani Alberola, Paco Alberola, Álvaro Baeza, Anna Baeza, María Baeza, Mª José Baeza, Begonya Cabrera, Tomas Esquerdo, Paqui Esteban, Ismael Férez, Carmen Fernández, Blanca García, José Vicente García, José Garrigós, Vicentina Giner, Lluïsa López, Laura Lorenzo, Tony Marco, Astrid Martínez, Elisa Martínez, Lucía Palomares, Ángela Pérez, Jaume Pérez, Joel Sandonís, Juan Carlos Sarmiento, Alba Soler y Carles Soler. Además de las interpretaciones de Mar Coca (hija), Mar García (hija), Renzo Lucero (hijo) y Sonia Marco (madre). Las voces en off y el asesoramiento documental corrió a cargo de David Alavés, Paco Alberola, Vicente Carlos Baeza, Carolina Domench, Toni Francesc Ripoll y Vicente Vidal.

La música la pusieron en directo los componentes del So dels Barrejats, como son Mónica Baeza (bandurria), Carlos Cardenal (voz y percusión), Patricia Climent (bandúrria), Jorge Cobos (voz y guitarra), Carmen P. Costa (violín), Reyes Costa (guitarra), Cristina Marco (voz), José María Roca (laúd) y Rocío Ruíz (voz y percusión).

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