La imagen de la Santíssima Sang regresa a Dénia tras su restauración
La imagen de la Santíssima Sang, patrona de Dénia, regresó el sábado a la ciudad tras los trabajos de restauración a los que ha sido sometida durante los últimos tres meses en el laboratorio del Museo de Bellas Artes Gravina (MUBAG) de Alicante.
La imagen fue recibida con todos los honores por parte de la Cofradía de la Santíssima Sang, la alcaldesa, Ana Kringe, el diputado provincial de Cultura, Juan Bautista Roselló, miembros de la Corporación municipal, sacerdotes de las tres parroquias de Dénia y un buen número de feligreses. La comitiva, acompañada por la Agrupación Artística Musical de Dénia, acompañó la entrada en procesión de la imagen en andas desde la avenida de Valencia hasta la iglesia del convento de las Agustinas.
Allí, el párroco Francisco Revert recordó la “fe centenaria” del pueblo de Dénia hacia la Santíssima Sang, su patrona, “una imagen que forma pareja inseparable con el Pare Pere”. Andrés Escribá, presidente de la Cofradía de la Santíssima Sang, agradeció a la Diputación de Alicante y al Ajuntament de Dénia las gestiones que han hecho posible restaurar la “venerada imagen” y dio paso a la intervención de la directora técnica del MUBAG, Joserre Pérezgil, quien explicó a los asistentes algunos detalles del proceso de restauración de la talla, una pieza de 400 años de antigüedad que nunca antes había sido intervenida.
Pérezgil apuntó que durante tres meses, cuatro técnicos del laboratorio de restauración del MUBAG han trabajado “intensamente” en la restauración de la imagen, “buscando en todo momento rescatar la policromía original”. Pérezgil afirmó que se trata de “una talla magnífica de ciprés” de la que se han desvelado algunos detalles curiosos, como el ensamblaje de las piezas a unión viva, sin clavos ni espigas. En el laboratorio se ha utilizado una emulsión especial para limpiar la talla de la mácula que durante cuatrocientos años le han ido dejado el humo de las velas, el incienso y la polución ambiental. Asimismo, en zonas determinadas de la imagen ha desaparecido la policromía “a base de cariño”, ya que es costumbre rozar la talla con los labios o las manos. Por último, la restauración ha permitido recuperar algunos rasgos de la talla que habían quedado desdibujados con el paso del tiempo, como unas pequeñas lágrimas, pestañas en los ojos y pequeñas laceraciones.
Para finalizar el acto intervino la superiora de la comunidad de hermanas Agustinas del convento de Dénia, la hermana Regina Cuquerella, quien reconoció que la restauración se había planteado en ocasiones anteriores pero nunca se había llevado a cabo “por miedo a que el resultado no fuera el esperado” y calificó de “todo un éxito” el trabajo realizado.
